Cómo BIM y GIS ayudaron al Ayuntamiento de Madrid en la A5

A lo largo de los últimos años, la integración de tecnologías avanzadas en la gestión y ejecución de infraestructuras públicas ha cambiado de manera radical la forma en que las administraciones españolas afrontan proyectos complejos y estratégicos. Atrás quedaron las barreras asociadas a la dispersión de datos, la falta de trazabilidad en obra o los procesos de decisión fragmentados. Hoy, herramientas como BIM (Building Information Modeling) y GIS (Geographic Information Systems) han permitido a los equipos municipales, empresas de ingeniería y proveedores tecnológicos operar bajo una lógica profundamente colaborativa, optimizando cada fase del ciclo de vida de los activos públicos y generando una nueva cultura de eficiencia, transparencia y servicio.
El caso de la A-5, impulsado por el Ayuntamiento de Madrid en colaboración con CEMOSA y Esri España, revela el alcance y las posibilidades de esta transformación digital. Los responsables municipales, desde el principio, buscaron dotar al proyecto de “una visión integradora que fuera más allá de la mera digitalización de planos o documentos”, priorizando la coordinación multidisciplinar, la accesibilidad a la información y la capacidad de anticipación ante incidencias urbanas. “Nuestra meta era no solo facilitar la gestión técnica, sino también acercar la obra pública al ciudadano, convirtiendo la información técnica en valor social y operativo”, resume uno de los portavoces del Ayuntamiento.
Integrar múltiples fuentes
Este enfoque estratégico encontró su aliado natural en la tecnología. Cristina Carrera, Team Leader de UtilitiesAEC en Esri España, describe el papel de su plataforma como “la infraestructura geoespacial sobre la que se articulan los datos del proyecto, estableciendo un único punto de acceso y habilitando una metodología altamente colaborativa”. Al integrar información proveniente de múltiples fuentes (como entornos comunes de datos tipo Autodesk Construction Cloud, sensores, aplicaciones para toma de datos en campo o drones), el sistema GIS permitió eliminar los tradicionales silos departamentales y dotar de eficiencia a la gestión pública.
La interoperabilidad, según Carrera, constituye la piedra angular de esta nueva era. “ArcGIS ofrece no solo capacidades de visualización en 2D y 3D, sino una extensa batería de herramientas de análisis espacial que pueden operar tanto en escritorio como en web. Esto nos ha permitido situar los modelos BIM del proyecto en su contexto urbano real: el trazado actual de la A-5, la red de transporte adyacente, la ocupación del suelo, la topografía y la planificación urbana”. La comprensión técnica (tanto de ingenieros como de gestores) se ve enriquecida por la posibilidad de comunicar, de forma clara y visual, cómo las actuaciones afectan a la globalidad de la ciudad. Herramientas avanzadas, como cuadros de mando interactivos y visores de acceso público, han materializado esta transparencia de forma tangible para la ciudadanía.
Para los equipos de obra y asistencia técnica, la integración BIM-GIS ha significado una profundización inédita en la capacidad de análisis y decisión. Desde CEMOSA, fuente crucial en el desarrollo metodológico, destacan los beneficios de contextualizar los modelos constructivos a través del GIS. “Transformar los planos técnicos en información situacional ha sido clave” explican, especialmente para “identificar afecciones reales en el entorno urbano, anticipar impactos sobre la movilidad, emergencias o el comercio local y tomar decisiones urbanas con mayor solidez”. Una de las herramientas emblemáticas ha sido la aplicación desarrollada por CEMOSA, capaz de superponer modelos 3D, cámaras de tráfico y capas de información de obra en tiempo real, optimizando la planificación de desvíos y la comunicación con la ciudadanía.
“No se trata solo de monitorizar el avance geolocalizado de la obra; se trata de que todos los perfiles técnicos y ciudadanos dispongan de herramientas adaptadas a sus necesidades para consumir la información en tiempo real”, apunta uno de los responsables de CEMOSA. Así, la plataforma interactiva estructurada por áreas técnicas, con acceso a mapas, escenas 3D y documentación actualizada, ha revolucionado la forma en que el cuerpo técnico y el Ayuntamiento abordan la trazabilidad de cada fase del proyecto.
Gobernanza y colaboración
Este salto cualitativo no es fruto exclusivo de la tecnología, sino también de la gobernanza y la visión compartida entre los distintos actores. “El éxito de la colaboración reside en haber establecido un marco claro de roles, una comunicación fluida y una priorización constante de funcionalidades realmente útiles para los ciudadanos” subrayan desde CEMOSA.
La apuesta decidida del Ayuntamiento de Madrid por la digitalización, unida al soporte técnico y la capacidad de adaptación de Esri, ha permitido una integración sin fisuras y ha reducido la complejidad inherente a proyectos de esta envergadura.
La medición del retorno de la inversión, objetivo central para cualquier administración, encuentra correlato directo en los resultados operativos. “El uso combinado de BIM y GIS nos está permitiendo realizar análisis comparativos entre el estado actual y las propuestas de diseño, anticipando interferencias y optimizando siempre las decisiones previas a la ejecución”, reconoce CEMOSA. Este enfoque, orientado a la anticipación y la minimización del error, ha permitido no solo reducir costes, sino también acortar plazos, incrementar la calidad y aumentar la seguridad.
Cristina Carrera confirma que la experiencia de integración tecnológica en proyectos como este ya ha dejado patente beneficios tangibles. “Estamos viendo cumplimiento —e incluso reducción— de los plazos de entrega; mayor coordinación entre técnicos, operarios y subcontratas; cumplimiento y seguimiento riguroso de medidas medioambientales; y una mayor transparencia, tanto con el cliente como con el ciudadano”. Además, añade, “la reducción de la huella de carbono, gracias a la optimización de rutas y una gestión integral más eficiente, es uno de los valores añadidos más claros de la digitalización”.
Más allá de la obra
El alcance de las mejoras va más allá de la obra. En la fase de operación y mantenimiento, la plataforma permite inventariar activos, auscultar estructuras y actualizar información técnica de forma georreferenciada, algo esencial para el mantenimiento actualizado de infraestructuras complejas.
La ciberseguridad, un pilar fundamental para una transformación digital seguraEn palabras de Carrera, “la tecnología es esencial para manejar la cantidad ingente de datos que se genera día a día y establecer un marco colaborativo sólido entre cliente, asistencia técnica, constructoras, subcontratas y ciudadanía”.
En este escenario, y mirando de cara al futuro, CEMOSA considera que “la integración BIM-GIS va camino de convertirse en un requisito estratégico, más que en una opción técnica. No se trata solo de saber qué construir, sino de saber dónde y con qué impacto sobre la ciudad, los servicios y las personas”. Su estrategia de digitalización integral se apoya en el desarrollo de soluciones propias, la formación continua y la colaboración activa con administraciones y líderes tecnológicos, siempre con la vista puesta en estándares abiertos e interoperabilidad.
La administración, a su vez, confirma que el avance hacia la gobernanza abierta, apoyada en plataformas intuitivas y accesibles, es una senda irreversible. El papel del ciudadano, entendido ahora como usuario activo y partícipe del proceso, se potencia al disponer de información interactiva en tiempo real sobre desvíos, avance de obras y afecciones al entorno. Esta comunicación, bidireccional y transparente, contribuye a una mayor confianza social y refuerza el control institucional sobre los costes, la seguridad y la calidad.
El alcance de las mejoras va más allá de la obra de la A5
En lo cotidiano, la eficacia de los nuevos procesos digitales se traduce en aspectos concretos y medibles. “Entre las mejoras más destacadas que estamos encontrando está la mayor coordinación entre los agentes implicados”, aseguran desde CEMOSA. Algo que está “facilitando la visualización conjunta de modelos y datos geoespaciales”. El uso combinado de BIM y GIS ha permitido realizar análisis complejos, optimizar recursos durante la planificación de espacios públicos y garantizar una ejecución mucho más eficiente.
Los retos
Esta revolución no viene exenta de retos. La complejidad de la coordinación multidisciplinar, el volumen de datos y la necesidad de protocolos alineados son retos constantes en la aplicación de tecnologías disruptivas a la obra pública, algo que los equipos han ido resolviendo con metodologías de roles definidos, validaciones recurrentes y, sobre todo, una cultura de mejora continua.
Al mirar hacia adelante, tanto CEMOSA como Esri identifican la consolidación del gemelo digital (con la combinación de BIM, GIS y datos en tiempo real) como horizonte estratégico. “La integración de datos en tiempo real mediante sensores, la aplicación de inteligencia artificial y la analítica predictiva serán claves para anticipar necesidades y mejorar la resiliencia urbana”, afirma Carrera.
La digitalización aborda así todo el ciclo de vida de la infraestructura, de la planificación y el diseño, a la operación y el mantenimiento, transformando las ciudades en entornos más sostenibles y centrados en las personas.
Esta experiencia, a juicio de sus protagonistas, dejan un mensaje claro para los responsables de tecnología e innovación de las administraciones públicas: la integración de tecnologías como BIM y GIS no solo mejora los procesos y la eficiencia, sino que proyecta a las instituciones hacia un nuevo paradigma de servicio público basado en la transparencia, la anticipación y el valor añadido para la sociedad.














































