Atención al ciudadano mejorada en 2024 gracias al uso de la IA y analítica

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Por Por Afshin Almassi, Senior Sales Manager para Sector Público en SAS
Por Afshin Almassi, Senior Sales Manager para Sector Público en SAS

Esta tendencia predominará durante el 2024, pero las organizaciones tendrán que hacerlo con un especial cuidado y utilizar esta innovadora tecnología de forma responsable, ya que el daño potencial es mayor cuando se trata de la salud. Dicho esto, ¿en qué áreas crecerán realmente las aplicaciones de la IA y analítica en el sector público durante el 2024? ¿Cómo impactarán en nuestras vidas?

Garantizando la seguridad, la salud y la eficacia en los servicios públicos

La IA se ha posicionado como una herramienta clave para toda la humanidad, sin excluir a ningún grupo. Tanto es así que incluso puede presentar aspectos tanto positivos como negativos, ya que estamos presenciando como cada vez son más los ciberdelincuentes que aprovechan el poder de esta herramienta para identificar a sus objetivos y crear estafas mucho más avanzadas y sofisticadas.

A pesar de ello, los gobiernos van a estar más preparados a lo largo del 2024, y estarán a la altura del desafío al adoptar estrategias analíticas y de IA que les permitirán detectar y prevenir el fraude de forma inteligente en todas las redes de programas críticos, a la vez que mejoran la experiencia del ciudadano. También será una herramienta clave que brindará a los investigadores la posibilidad de examinar minuciosamente el tráfico de internet y las pruebas digitales para descubrir a los autores y las redes de crimen organizado. Como consecuencia, las fuerzas de seguridad vivirán el próximo año un punto de inflexión con la contratación de nativos digitales que adopten tecnología para proteger, defender y servir a los ciudadanos.

También empezaremos a notar una mayor convergencia de las identificaciones digitales comerciales y gubernamentales, con el objetivo de hacer más fácil y seguro el uso de la identificación en una serie de situaciones, desde los controles de seguridad de los aeropuertos hasta la verificación de la edad en los comercios. Al hacer un mayor hincapié en la igualdad de acceso, la seguridad y la comodidad del usuario, los documentos de identidad digitales tendrán un uso, una aceptación y una interoperabilidad más generalizados en los próximos dos años.

A grandes rasgos, la IA desempeñará un papel fundamental en las administraciones públicas, siendo capaz de automatizar tareas administrativas rutinarias y secundarias, ampliar los servicios digitales, aumentar la productividad e incluso mitigar la escasez de talento. Tampoco debemos olvidar el peso que han adquirido los gemelos digitales, una tecnología clave que permite realizar seguimientos, predicciones y simulación de escenarios con el fin de prescribir acciones anticipadas y optimizadas para la mejora del bienestar, la salud, la seguridad, experiencia y calidad de vida de los ciudadanos. Se trata de una manera eficaz de extraer valores exhaustivos de grandes volúmenes de datos y múltiples fuentes de información y, en base a ellos, tomar mejores decisiones teniendo un análisis de impacto ex-ante de las políticas públicas.

Durante el próximo año, veremos también un mayor número de funciones no técnicas que intervendrán en el debate sobre la IA. En este contexto, cuando haya implicaciones para la justicia, el bienestar y la equidad, no deben ser solo los especialistas en tecnología los que marquen la pauta, sino que también se necesitará contar con otros expertos que consideren esas implicaciones y descubran riesgos y oportunidades en sus ámbitos de especialización.

Si nos adentramos en el sector sanitario, las organizaciones desarrollarán aún más las herramientas generativas impulsadas por IA a través de la medicina personalizada, como la creación de avatares específicos de cada paciente para su uso en ensayos clínicos y la generación de planes de tratamiento individualizados. Otra de las tendencias es que se recurrirá a los grandes modelos de lenguaje con el objetivo de generar resúmenes claros y concisos de información médica compleja, facilitando a los pacientes la comprensión de sus diagnósticos y planes de tratamiento.

Además, para garantizar la seguridad y la fiabilidad de las herramientas de IA en el sector de la salud y que se ajusten a los marcos normativos aplicables, las organizaciones se apoyarán en prácticas de gobernanza de modelos de IA como el linaje de datos, la trazabilidad, la documentación de modelos, la reproducibilidad, el versionado, la firma y las GxP para entornos sanitarios.

La innovación responsable es esencial

En 2024, veremos un mayor compromiso y colaboración púbico-privada a la hora de velar por una innovación responsable, como ya hemos comprobado con EU Act. Su principal objetivo será establecer y hacer cumplir las pautas de seguridad en torno al desarrollo y despliegue de la IA, así como garantizar que se utilice de forma segura y protegida. Por lo tanto, veremos una mayor sofisticación en la forma de medir y supervisar el rendimiento de esta potente herramienta y en el seguimiento de los objetivos de la IA responsable.

Para ello, los organismos del sector público utilizarán funciones como las tarjetas modelo, que nos permitirán saber si un modelo se ha excedido o ha rendido por debajo de lo esperado. De nuevo, los grandes modelos de lenguaje cobrarán más protagonismo al permitir analizar enormes conjuntos de datos no estructurados, lo que irá acompañado a su vez de un mayor compromiso con el uso de métodos analíticos y de IA fiables para ayudar a desarrollar y ajustar sus aplicaciones.


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