Ciudades más habitables gracias a la gestión inteligente de flujos urbanos
Antonio Jara, CSO de Libelium
En los últimos años, España ha avanzado de forma notable en el desarrollo de ciudades inteligentes. Este enfoque, que busca mejorar la calidad de vida de los ciudadanos mediante el uso de tecnologías avanzadas, como el Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial o la analítica de datos, ha tomado muchísima fuerza en todo el mundo, con Europa a la cabeza.
Según el «Smart City Index 2024» de IMD, que comprende a 142 urbes de todo el mundo, el viejo continente es el que más ciudades inteligentes atesora, con un total de 59. Entre ellas, encontramos a las españolas Bilbao (puesto 29), Madrid (35), Zaragoza (47) y Barcelona (81), que figuran en este ranking por su capacidad de innovación y su enfoque centrado en la sostenibilidad. Además, iniciativas como el Plan Nacional de Ciudades Inteligentes y la financiación europea a través de los fondos Next Generation han impulsado numerosos proyectos a nivel nacional.
Sin embargo, los números son sólo una parte de la historia. La auténtica revolución está en el impacto tangible que estas iniciativas tienen sobre la vida de las personas que viven en las ciudades.
En este contexto, uno de los retos más relevantes es la gestión de los flujos de personas en espacios concurridos: centros históricos, paseos comerciales o zonas de ocio. La clave está en aprovechar el potencial del IoT para transformar datos en decisiones inteligentes y sostenibles que mejoren la salud urbana.
La tecnología del Internet de las Cosas (Internet of Things o IoT) desempeña un papel crucial en la gestión de flujos urbanos. Estas soluciones incluyen sensores la detección anonimizada del bluetooth y el wifi de los dispositivos móviles, herramientas de analítica avanzada y plataformas de visualización para la toma de decisiones. Esto permite monitorizar en tiempo real los flujos de viandantes para una mejor experiencia y mayor seguridad. También permite rediseñar espacios adaptados a las necesidades reales de la población, optimizar recursos y minimizar impactos ambientales, desde la reducción de contaminación acústica hasta la mejora de la movilidad, así como gestionar emergencias de manera más eficaz al prever patrones de comportamiento en situaciones críticas.
De la teoría a la práctica: Gijón y Zaragoza, pioneras en la utilización de IoT
En España, ya contamos con algunos casos de uso de estas innovaciones que se han llevado a cabo con éxito, con soluciones adaptadas a las necesidades específicas de cada ciudad. En Gijón, y más concretamente en la zona del casco histórico de Cimavilla y en el puerto de la ciudad, se ha implementado un sistema de control de flujos de personas como parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado con fondos Next Generation. Este proyecto tiene como objetivo transformar y modernizar el sector turístico, aumentando su competitividad y resiliencia mediante el uso de soluciones digitales y sostenibles.
El despliegue incluyó la instalación de cuatro dispositivos que recopilan información de posición entre distintos puntos de monitorización, que permiten la triangulación de señales móviles en áreas específicas. Un modelo algorítmico es capaz de identificar si se trata de un residente o de un turista, lo que permite afinar todavía más en la toma de decisiones. Siempre asegurando la anonimidad y evitando la intrusión en los datos personales de los usuarios. Como resultado, la ciudad ahora puede gestionar de manera más eficiente los flujos de turistas y residentes, mejorando la experiencia general en sus zonas más visitadas.
Zaragoza es otro de los ejemplos de utilización de tecnologías como IoT, Big Data e IA para optimizar los flujos de personas. La capital aragonesa ha instalado soluciones de medición de afluencia de personas y ruido en dos arterias destacadas de la ciudad, la calle Delicias y la calle Alfonso I, dos de sus paseos más populares en cuanto a actividad comercial y turística.
La solución detecta las señales WiFi y Bluetooth de los smartphones para realizar un conteo anonimizado de los peatones, mientras que los datos recogidos se tratan con modelos de IA y se visualizan en tiempo real. Los resultados del primer análisis han revelado patrones de movilidad peatonal, como las calles de acceso más utilizadas por los peatones para acceder a la avenida o los días y franjas horarias en las que se concentran las mayores aglomeraciones. Esta información no solo permite optimizar la experiencia comercial, sino que también facilita la planificación de horarios para eventos, transporte y servicios de distinta naturaleza.
Hacia las ciudades del futuro
El camino hacia ciudades inteligentes no es solo tecnológico, sino también humano. La innovación debe ir de la mano con la colaboración público-privada y un compromiso constante con la sostenibilidad. Proyectos como los de Gijón y Zaragoza demuestran que estas tecnologías no solo mejoran la eficiencia y sostenibilidad urbana, sino que también contribuyen a mejorar la seguridad, la competitividad y, por supuesto, la experiencia de los ciudadanos.
A medida que España continúa creciendo en este ámbito, es crucial seguir invirtiendo en soluciones innovadoras que hagan de nuestras ciudades lugares más habitables, eficientes y humanos. Porque el verdadero progreso se mide en la calidad de vida de las personas.
