“España puede optar a hospedar una planta de fabricación de microchips cuánticos”

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Reconoce a ByTIC que tenía todo preparado para que el 22 de noviembre del año pasado se presentara la estrategia europea en la materia en Madrid, pero que finalmente se postpuso al siguiente semestre. Y mantiene su optimismo respecto al papel que puede jugar España en materia cuántica… si el gobierno se pone manos a la obra.

¿Cuál es la idea de la Unión Europea en materia de tecnología cuántica?

Cuando hablamos de tecnologías cuánticas lo hacemos de computación, simulación, comunicaciones, metrología y sensórica y ciencia básica. Esos cinco pilares. Dado el potencial que estas tecnologías tienen en el desarrollo tecnológico industrial para defensa, para seguridad, para múltiples aplicaciones, la Unión Europea lanzó este programa de mil millones de euros para investigación. Desde enero de 2019 hasta hoy ha habido un incremento de 1.000 a 8.000 millones de euros de inversión pública. Se ha pasado de investigación únicamente a tener el diseño de dos infraestructuras (tanto de comunicaciones cuánticas como de computación cuántica), una red de ordenadores para Europa (para el servicio de los ciudadanos), una infraestructura de comunicaciones cuánticas (la European Quantum Computing and Simulation Infrastructure), una red de momento de siete ordenadores cuánticos (uno de ellos en España, en el Barcelona Supercomputing Center). Se está formando esta red. Estamos en el proceso de contratación, de poner los ordenadores e instalarlos. Esta red dará servicio a empresas, instituciones, cualquiera que desee horas de computación para desarrollar sus proyectos.

Por otro lado, la European Quantum Communication Infrastructure es una red en la que se pretende conectar todas las capitales europeas (al menos) con una red segura de comunicaciones cuánticas. Cada uno de los países es soberano para diseñar sus propias redes para las utilidades que quieran dar. Una misión especial que la Unión Europea da el marco regulatorio para ello y hace que las agencias de seguridad de los distintos países colaboren entre ellas. Esto obviamente es un salto muy importante para mejorar la seguridad que tenemos en la Unión Europea, sobre todo porque estamos en un momento geopolítico en el que la defensa cada vez está siendo más importante.

A lo largo de estos años también se ha creado el Consorcio Europeo de Industrias de Tecnologías Cuánticas, un fondo dedicado en el Banco Europeo de Inversiones, específicamente destinado para acelerar y para promocionar el desarrollo de las empresas en tecnologías cuánticas. También contamos con un programa para el desarrollo de máster.

Se está trabajando para que en esta próxima legislatura que comenzamos en la Unión Europea haya un plan en el que las tecnologías cuánticas estén todas englobadas como algo mucho más armonizado y que el comisario o comisaria que tenga este porfolio pueda desarrollarlo mucho mejor y que se aproveche mucho mejor para la sociedad y para los ciudadanos europeos.

En este contexto fue en el que conseguimos que todos los estados miembros firmasen la declaración europea de tecnologías, que insta a los Estados a que se pongan de acuerdo en una serie de puntos del desarrollo de las tecnologías cuánticas, ya no sólo en investigación, sino en creación de talento, inversión para empresas, etc.

¿Esta estrategia es para que la UE pueda liderar este terreno?

Aunque soy optimista, creo que la idea es tratar de aprovechar nuestras mejores capacidades para poder liderar aquellos ámbitos en los que por naturaleza somos líderes. Somos líderes en know-how. Somos líderes en capacidad científica. Los mejores científicos del mundo en estas disciplinas están en Europa. Están en universidades y centros de investigación europea. Luego, Estados Unidos es capaz de transformar lo mejor que Europa en creación de empresas, en creación de patentes y en explotarlas. Y luego China, que no tiene que pasar por todos los debates democráticos por los que pasamos nosotros.

Los gobiernos juegan un papel fundamental en esta estrategia. ¿Cómo está España? ¿Es de los que se muestra más partidario?

España tiene que publicar cuanto antes la Estrategia Nacional de Tecnologías Cuántica porque otros países nos han adelantado. España está mejor posicionada que otros países y lo hemos hecho mejor a nivel de creación de startups, de científicos, gracias a que tenemos dos o tres centros tecnológicos que han apostado muy fuerte por las tecnologías cuánticas. Podría mencionar Tecnalia, podría mencionar la empresa Oesia, podría mencionar el Instituto de Ciencias Fotónicas en Castelldefels, en Barcelona. El CSIC, sin duda, también hace un trabajo bueno y hay unos cuantos grupos buenos y potentes en tecnologías cuánticas en España. Multiverse Computing, sin duda, que están radicados en San Sebastián, que es la empresa de software cuántico más grande de toda Europa. Es uno de los pocos unicornios que tenemos en Europa en software cuántico. Y esto hace que España, como digo, esté mejor posicionada que países con los cuales nos podemos comparar. No somos los líderes de Europa, pero sí estamos, sin duda, entre los cuatro países más importantes de Europa. Y creo que una estrategia nacional ayudaría a desarrollar el ecosistema más y mejor de lo que hoy día está.

El año pasado el gobierno vasco llegó a un acuerdo con IBM para instalar un ordenador cuántico. ¿Cómo se combina una red europea de superordenadores cuánticos y que otras administraciones puedan tener la suya propia?

Las administraciones regionales, locales, etcétera, son libres de montar sus propios ordenadores con la tecnología que ellos consideren. Son decisiones políticas. Ahora bien, la Unión Europea ha apostado por el desarrollo de tecnología europea para poder darle un uso de temas que sean sensibles. Sería una irresponsabilidad que, con un ordenador de fuera de la Unión Europea, hagas procesamiento de datos que tengan que ver con seguridad nacional, con defensa. Por eso se pretende que, en la medida de lo posible, los ordenadores europeos estén fabricados 100% con tecnología europea. Es difícil que sea siempre el 100%, pero puedes hacer un risk assessment sobre determinadas tecnologías concretas, determinados dispositivos concretos, se puede asumir políticamente aceptar tecnología de otros países. Hay un debate, hay una decisión política ahí, porque al final de toda la cadena de valor tenemos gaps en el supply chain.

Entonces, ¿hay coordinación entre estrategias locales, regionales, nacionales, etcétera?

Sí, hasta cierto punto, por supuesto. Está muy bien que tengamos ordenadores de IBM, Fujitsu, etcétera, que sean para uso de científicos que tenemos aquí. Ha habido varios elementos que sacudieron la geopolítica europea en los últimos años y eso ha hecho que se tenga cuidado, quizá a veces en exceso, de colaborar con entidades de fuera de la Unión Europea. Como entidad suprema de la Unión Europea, la Comisión Europea tiene que velar por la seguridad de los ciudadanos o por que determinadas infraestructuras críticas estén aseguradas con tecnología europea y blindadas ante posibles filtraciones.

Una región puede comprar un ordenador cuántico si tiene un músculo financiero para hacerlo, pero seguro que estará restringido para luego poder desarrollar según qué tipo de cálculos, involucrarse en según qué tipo de redes o aspirar a más financiación pública.

¿Podría poner algún ejemplo de cómo está afectando ya la tecnología cuántica a nuestro día a día, al día a día de las administraciones, del trabajo que hacen, o cómo va a influir en el corto plazo?

Un ejemplo práctico es sobre los gravímetros, dispositivos que miden muy pequeñas variaciones del campo gravitatorio para detectar qué hay debajo (bolsas de petróleo, túnel, submarino…). Es una aplicación potentísima para seguridad, para sismos.

¿Hay planes de expansión de esta red de centros cuánticos?

Debería haberlo. Hubo un ordenador piloto que fue el de Jülich, y después se creó la convocatoria con los otros seis dentro de EuroHPC. Nno he escuchado que vaya a haber otra. No digo que no la vaya a haber. Planes sin duda va a haber, y esto es importante. lo que se llama la creación de líneas piloto para la fabricación de microchips. Sabemos que en el 2022 el COVID puso muchas cosas, removió muchas cosas, entre ellas la dependencia que tenemos de los microchips. No somos capaces de fabricarlos, dependemos mucho de Taiwan. Estratégicamente es una situación delicada, en particular para chips cuánticos. Uno de los trabajos que hice personalmente junto con mi jefe fue hacer que la regulación de microchips no se limitase estrictamente a microchips basados en semiconductores. sino que una de las cosas que alertábamos en su momento era los chips cuánticos pueden estar basados en cristales, pueden estar basados en semiconductores, pero también en superconductores, en una especie de cámaras con gas. Los microchips no han de estar únicamente restringidos a tecnologías basadas en semiconductores. Gracias a ello hay un capítulo dentro de los artículos de la regulación de microchips donde ee define lo que es un chip cuántico. Esta fue la primera definición de chip cuántico. Se introdujo en la regulación europea de microchips. No existía en ningún lado esa definición y se creó ad hoc para ello. Gracias a ello habrá como unos 400 millones de euros más o menos para el desarrollo de chips cuánticos, entre otras el desarrollo de líneas piloto para la fabricación de estos microchips. Creo que España puede optar a hospedar una de estas plantas de fabricación de microchips.

¿De qué depende?

Por un lado, de que el gobierno haga una apuesta decidida. Tenemos el perte chip bien financiado y el gobierno debe aprovechar el dinero que viene de la Unión Europea para una de las líneas piloto y, como tiene que haber unas cuantas líneas piloto en función de las distintas tecnologías, pues que España sea seleccionada para una de ellas. Tendrá que presentar una buena candidatura y obviamente ser seleccionada. Pero esto es otra de las cosas que se puede ir dentro de la estrategia española de tecnologías cuánticas.


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