“La contratación pública se percibe como lejana e incluso poco relevante” Antonio Mateos Gutiérrez
Antonio Mateos Gutiérrez es Graduado en Ingeniería Informática e Ingeniero en Informática de Gestión. Además, posee un Máster en Contratación Pública y un Certificado en Pedagogía. Actualmente cursa un Máster en Administración y Gestión Pública.
Mateos Gutiérrez pertenece a la Escala de Gestión de Sistemas e Informática, desempeñando el puesto de Coordinador de la Unidad de Servicios Informáticos del Campus de Alcorcón, dentro del Vicerrectorado de Transformación y Educación Digital e Inteligencia Artificial de la Universidad Rey Juan Carlos. Con más de 20 años de experiencia en el sector público, su especialización en contratación pública y formación en ingeniería informática le permiten ofrecer un enfoque innovador y tecnológico a los procesos de contratación y gestión pública.
¿Cómo definiría la contratación pública, especialmente en el sector tecnológico?
En la actualidad, la contratación pública ha dejado de ser una simple actividad económica para convertirse en un motor estratégico de transformación social. Su impacto va mucho más allá de adquirir bienes o servicios y se ha convertido en una herramienta clave para impulsar políticas de mayor alcance y garantizar servicios públicos eficientes y de calidad que respondan a las demandas de la sociedad. En el ámbito tecnológico, este carácter estratégico cobra aún mayor relevancia, ya que la tecnología no solo permite modernizar las estructuras de la administración, sino que redefine la manera en que estas operan y se relacionan con la ciudadanía.
La transformación digital de las administraciones ha incrementado, lógicamente, la inversión en tecnología desde hace años. Para los profesionales TIC, comprender la contratación pública desde este enfoque estratégico es fundamental. No se trata únicamente de cumplir con la normativa, sino de generar procesos de compra sostenibles, transparentes y socialmente responsables que generen valor añadido. Cada contrato público representa una oportunidad para implementar soluciones que transformen los procesos administrativos y contribuyan a lograr objetivos estratégicos alineados con las necesidades reales de la administración.
Por otro lado, la contratación pública en el sector TIC, permite conectar las necesidades del sector público con las soluciones innovadoras y la agilidad que ofrece el sector privado, estableciendo un marco de colaboración esencial para la administración pública.
En resumen, la contratación pública es mucho más que un procedimiento administrativo; es una palanca para construir una gobernanza pública moderna.
¿Cuáles son los puntos a favor del actual sistema?
Si tuviera que destacar un único punto fuerte del sistema actual de contratación pública, sería su acento en la calidad por encima del precio. La Directiva Europea redefine el concepto “oferta económicamente más ventajosa” para dejarlo claro. Este enfoque ha permitido dejar atrás modelos centrados únicamente en el precio más bajo, que en muchos casos sacrificaban el valor real de los bienes y servicios. Ahora, las administraciones cuentan con las herramientas para priorizar soluciones de calidad que responden mejor a sus necesidades y permiten ofrecer un mejor servicio a la ciudadanía. Siempre dentro de sus limitaciones presupuestarias.
Este cambio supone una transformación significativa en la gestión de adquisiciones, alineándolas con un enfoque estratégico que maximiza el valor real de las inversiones públicas y garantiza resultados duraderos tanto para las administraciones como para la sociedad.
En sectores como el tecnológico, donde las propuestas de mayor calidad solían ser penalizadas por su coste, este nuevo enfoque es clave. Ahora se puede valorar la calidad de soluciones innovadoras que realmente cumplen con los objetivos y necesidades de la administración, favoreciendo la eficiencia en el gasto público.
Además, centrar el foco en la calidad implica repensar no solo el «qué» y el «cuánto», sino también el «cómo» se adquieren bienes y servicios. Este cambio, más allá de ser técnico, representa una oportunidad estratégica para lograr procesos de compra más inteligentes, eficientes y orientados al beneficio público
¿Cuáles habría que mejorar?
A pesar de los avances, persisten procedimientos de contratación que se perciben como poco equitativos, excesivamente rígidos o demasiado centrados en criterios económicos. Estas limitaciones ponen de manifiesto áreas donde el sistema puede seguir evolucionando para alinearse mejor con los principios de calidad, transparencia y accesibilidad que lo definen.
Recientemente la Comisión Europea ha llevado a España ante el Tribunal de Justicia de la UE por su incorrecta trasposición de las Directivas Europeas de contratación pública a nuestra ley, luego parece que algo no estamos haciendo del todo bien.
El principal punto de mejora pasa, sin duda, por la profesionalización. La contratación pública debe considerarse de manera transversal y requiere que todos los actores involucrados, tanto del sector público como privado, comprendan en profundidad el marco normativo y sus implicaciones. Una mayor profesionalización no solo reduciría errores, sino que permitiría desarrollar procesos más efectivos y colaborativos, basados en objetivos claros y expectativas compartidas. En este sentido, la formación y capacitación resultan esenciales para reforzar tanto la calidad de las contrataciones como la relación entre administraciones y operadores económicos.
Si hablamos del procedimiento en sí, hay áreas específicas que merecen una atención prioritaria. La fase de ejecución de los contratos, por ejemplo, suele quedar relegada a un segundo plano frente a la preparación y adjudicación. Sin embargo, es una etapa determinante para asegurar que los compromisos asumidos se traduzcan en resultados tangibles que respondan a los objetivos previstos.
Es crucial fomentar la participación de pymes y startups, cuyo dinamismo e innovación son fundamentales para enriquecer el mercado público y aportar soluciones creativas y adaptadas a las necesidades de la administración. Facilitar su acceso mejoraría la competencia y la diversificación de propuestas.
También conviene revisar cómo se establecen los precios de mercado…
Hay aspectos que deben ser mejorados, pero avanzar hacia una contratación pública más profesionalizada es, sin duda, fundamental para abordar y resolver las demás áreas de mejora.
¿Por qué es tan importante formarse en contratación pública?
La formación en contratación pública es esencial para garantizar una compra pública de calidad, eficiente, a precio de mercado, transparente y justa; y esto es determinante para ofrecer servicios públicos eficientes. Pero, sobre todo, es fundamental para que todos los actores involucrados, tanto del sector público como del privado, comprendan el carácter estratégico de esta actividad y el impacto que puede tener cuando se gestiona bien, convirtiéndose en una palanca para implementar políticas de mayor alcance que devuelvan a la ciudadanía el valor de su esfuerzo fiscal.
En el sector público, permite a los profesionales aplicar correctamente las normativas, seleccionar los procedimientos más adecuados y diseñar contratos que alineen los objetivos de las administraciones con las necesidades reales.
Para el sector privado, entender la contratación pública no es solo una ventaja competitiva, sino una necesidad. La formación permite a las empresas navegar con éxito en un entorno regulado, reducir la incertidumbre y presentar ofertas que cumplan tanto con los requisitos legales como con las expectativas técnicas.
La formación no solo mejora la ejecución de los procedimientos, sino que también fortalece la relación entre administraciones y empresas, construyendo un marco basado en la transparencia, la eficiencia y el entendimiento mutuo.
¿Es fácil realizar esta formación para profesionales del sector TIC?
No, no resulta fácil. Especialmente para los profesionales de nuestro sector donde la contratación pública se percibe, en muchos casos, como lejana e incluso poco relevante para el día a día de los profesionales TIC.
La terminología especializada, habitual en cualquier marco legal, supone una barrera adicional para aquellos que no tienen formación en derecho administrativo, dificultando su comprensión y aplicación. Además, las acciones formativas disponibles suelen estar dirigidas principalmente a empleados públicos de servicios de contratación, dejando fuera a otros actores clave en el proceso, como los perfiles técnicos. Esta carencia de formación específica limita su capacidad para participar plenamente y aprovechar al máximo las oportunidades que el sistema de contratación pública puede ofrecer.
Superar estas barreras es esencial. Contar con formación específica y adaptada al sector tecnológico permitiría a los profesionales TIC entender mejor cómo participar en los procedimientos de contratación pública de forma productiva y con impacto real. Esto significa no solo cumplir con los requisitos técnicos exigidos, sino aportar soluciones que optimicen los recursos y alineen los objetivos de cada proyecto tecnológico con las necesidades reales de la administración.
Este cambio no solo mejoraría la colaboración entre administraciones y empresas tecnológicas, sino que también garantizaría que las soluciones contratadas estén realmente alineadas con las necesidades de los proyectos y las demandas de una sociedad digitalizada. Es un aspecto en el que estoy trabajando intensamente. Estoy trabajando intensamente en este tema.
¿Cuáles han sido algunos de los mayores errores que ha visto a lo largo de su carrera?
Uno de los errores más evidentes es la falta de planificación. A partir de aquí, la cosa ya no va a ir bien. La falta de planificación afecta a todo el procedimiento. Las administraciones, en ocasiones, se ven obligadas a abordar la contratación de forma reactiva, centrada en resolver necesidades inmediatas, sin poder dedicar el tiempo suficiente a la planificación a medio y largo plazo. Esto limita enormemente el potencial de la contratación pública como herramienta trasformadora y dificulta el desarrollo de estrategias de compra adaptadas a cada tipo de bien o servicio.
Otro error recurrente está relacionado con los criterios de adjudicación. Aunque, como decía antes, el sistema de contratación actual promueve un enfoque centrado en el equilibrio representado por la mejor relación calidad-precio, sigue siendo habitual encontrar procedimientos en los que el precio sigue manteniendo un peso excesivo en la selección de ofertas.
No sé si son los “mayores” errores, pero si dos de los que más frustración personal me producen.
Es ingeniero y empleado público. ¿Qué es lo más complicado de combinar ambas facetas?
Siempre he sentido muy cómodo trabajando como ingeniero informático en la administración. Las áreas TIC de la administración están muy profesionalizas.
Quizás lo más complicado es encontrar el equilibrio entre dos mundos que operan a velocidades completamente diferentes. Mientras la tecnología avanza a un ritmo que da vértigo, la administración pública debe mantener un ritmo más prudente, diseñado para garantizar los derechos de los administrados, la transparencia y un uso responsable de los recursos públicos.
Como ingeniero, el objetivo siempre es mantener actualizada la tecnología, desarrollar soluciones y aplicarlas con rapidez. Sin embargo, como empleado público, he comprendido que innovar no es suficiente: las soluciones tecnológicas deben estar alineadas con los principios normativos y objetivos estratégicos de la administración.
Lograr este equilibrio no solo implica gestionar expectativas, sino también garantizar que la tecnología se implemente de manera eficiente, sostenible y con un impacto real en la modernización de los servicios públicos.
Para mí, el verdadero reto es convertir la tecnología en un motor de transformación al servicio de las administraciones, consolidando un modelo donde la innovación tecnológica y la responsabilidad administrativa se complementen para alcanzar los mejores resultados posibles.
¿Qué es Simplifica y Contrata?
Simplifica y Contrata es un proyecto diseñado para acercar el ámbito estratégico de la contratación pública a todos los profesionales, con un enfoque práctico, moderno y sencillo. Su objetivo principal es facilitar la comprensión de cómo funciona la contratación pública y, sobre todo, cómo puede generar valor tanto para las administraciones como para el sector privado.
Además, Simplifica y Contrata se presenta como un punto de encuentro donde compartir conocimientos y experiencias, ofreciendo una visión aplicada y práctica de los procesos de contratación.
Es un espacio de formación y seminarios especializados en contratación pública.
Se lo recomiendo a todo el mundo.
Va a iniciar una colaboración con ByTIC abordando la formación en contratación pública. ¿Qué podemos esperar? ¿Qué temas tratará?
Como suscriptor de la revista desde hace mucho tiempo, recibir la propuesta de colaborar con ByTIC me hizo especial ilusión. Es una oportunidad perfecta para acercar la contratación pública a los profesionales del sector TIC desde un enfoque práctico, moderno y tecnológico con el estilo de contar las cosas “Simplifica y Contrata”.
Este espacio reúne todas mis inquietudes: la tecnología, la contratación y el servicio público. Mi objetivo es ofrecer contenidos que ayuden a los profesionales TIC, tanto del ámbito público como privado, a comprender mejor los procesos de compra pública y a participar de manera más estratégica.
Noticias de actualidad, marco normativo, jurisprudencia, informes de órganos de supervisión… pero de una manera muy personal.
Quiero que este espacio sea realmente útil para todos los lectores. Por eso, les invito a ponerse en contacto conmigo para compartir sus inquietudes y sugerirme temas que les resulten de especial interés. Me gustaría que este espacio se convirtiese en un punto de encuentro abierto y participativo donde los profesionales tic podamos explorar juntos cómo la contratación pública puede ser una herramienta transformadora para el sector tecnológico.
