Una formación profesional también digital, que responda a las demandas empresariales y con ello redunde en una mejora de la empleabilidad. Ese es el objetivo de las propuestas que se analizaron en la jornada “Tecnologías al servicio de la Formación Profesional’, organizada por la patronal DigitalES y en la que participaron compañías como HP SCDS, Sopra Steria, Nokia, Orange, IBM, Vodafone, Cisco y la consultora Overlap.
“La Formación Profesional está, por fin, entrando en una nueva fase, en la que se le otorga una gran importancia y en la que las nuevas tecnologías pueden ayudarle a ser un instrumento cada vez más eficaz”, afirmó Víctor Calvo-Sotelo, director general de DigitalES.
El evento contó con la presencia de la secretaria general de Formación Profesional, Clara Sanz quien puso en valor la nueva Ley de Ordenación de Formación Profesional, una norma que “plantea una oferta ágil, adaptada a los cambios constantes de los sectores económicos y a la necesidad de establecer modelos de formación continua, que se ajuste a las necesidades de las personas en diferentes momentos de su vida”.
Además, Clara Sanz aseguró esta ley es un paso más en el que camino en el que se está trabajando para convertir la formación profesional “en la formación que necesita el sistema económico y los sectores productivos del siglo XXI”.
«Estamos trabajando para convertir la formación profesional en la formación que necesita el sistema económico y los sectores productivos del siglo XXI»
La colaboración público-privada es el gran éxito en ese cambio, según la secretaria general de Formación Profesional: “La Administración Pública y las empresas no podemos actuar por separado por que, y esa es la gran crítica que se nos ha hecho hasta ahora, al final la FP no formaba los perfiles que las empresas necesitaban. Eso y la colaboración con asociaciones como DigitalES, está permitiendo cambiar esto”.
Casi 200 titulaciones que están en un proceso de cambio para responder a los nuevos retos del mercado laboral y empresarial y que tiene en la tecnología una aliada imprescindible. “La formación profesional, que no siempre ha sido lo suficientemente valorada, es estratégica para el futuro de nuestro país y de nuestro tejido productivo”, aseguró.
Una formación que será esencial para cubrir muchos de los puestos de trabajo del futuro y, especialmente, la demanda de profesionales especializados en tecnologías área en la que, como señalaba Miguel Ángel Turrado, director general de HP SCDS, “hoy existen más de 124.000 vacantes”.
Algo que corroboraba María José Martín, directora general de Talent Solutions-Right Management de ManpowerGroup al afirmar que “en 2025, habrá 97 millones de puestos de trabajo relacionados con Inteligencia Artificial, medio ambiente y cuidados de las personas”.
Así y con el objetivo de identificar las claves que deben marcar el camino hacia la transformación digital de la Formación Profesional en nuestro país, durante la jornada organizada por DigitalES, se señalaron las siguientes necesidades:
1.- Crear contenidos inmersivos que mejoren el aprendizaje presencial
La transformación digital de la formación da lugar a una nueva forma de colaboración entre alumnos y profesores en la que la integración de tecnologías que permitan la inmersión ofrece grandes beneficios.
En este sentido, Sopra Steria propuso la creación de plataformas colaborativas que integren realidad virtual y extendida, y que complementen y añadan valor a la formación que pueda impartirse en formato presencial. Como ejemplo, su plataforma ScooP, dirigida a empresas de ingeniería, permite la creación de libros de procedimientos y de prototipos digitales (mock ups) basados en el modelado 3D.
2.- Mantener el vínculo entre educadores y alumnos
Una de las ventajas de la digitalización de la formación es la ubicuidad que ofrece pero esto también conlleva una distancia física entre alumnos y docentes que es necesario “salvar” con herramientas que fomenten el vínculo entre ellos.
Desafío en el que Nokia propuso la telepresencia como base de un sistema de comunicación inmersiva que combina cámaras 360º, unas gafas de realidad virtual y la conectividad 5G.
3.- Adaptar los espacios a las necesidades del siglo XXI
Impresoras 3D, robótica o cortadoras de vinilo… Los espacios físicos deben adaptarse a los nuevos contenidos, los nuevos formatos de enseñanza multicanal y las nuevas metodologías de aprendizaje.
El proyecto GarageLabs, de la Fundación Orange, dirigido a jóvenes en riesgo de exclusión fue el ejemplo expuesto en este sentido. GarageLabs es una iniciativa que proporciona a los centros educativos de FP Básica y Escuelas de Segunda Oportunidad la formación y el equipamiento necesario para que puedan desarrollar, a través del entorno Fab Lab y el movimiento maker, una propuesta para sus alumnos que transforme los procesos de enseñanza, aprendizaje y crecimiento personal.
4.- Establecer itinerarios personalizados que generen talentos únicos
La tecnología permite establecer itinerarios personalizados para los alumnos, un seguimiento más efectivo de sus progresos y un análisis específico de su evolución por parte del profesorado. En este sentido, se puso como referencia el programa IBM SkillsBuild que ofrece gratuitamente cientos de actividades de formación online en diferentes disciplinas tecnológicas que los alumnos pueden combinar siguiendo rutas de aprendizaje predeterminadas o bien libremente. En IBM SkillsBuild, donde los educadores pueden asignar contenidos, seguir el progreso e interactuar con los alumnos, éstos pueden alcanzar ‘insignias’ en determinadas habilidades altamente valoradas por las empresas para incorporarlas a sus currículums tras completar los itinerarios formativos.
5.- Potenciar el aprendizaje colaborativo
Compartir experiencias y conocimiento. Ese es el objetivo de Vodafone y la plataforma digital Zapiens, que permite generar ‘micro-entrenamientos’ basados en inteligencia colaborativa. Esta aplicación permite también que los usuarios planteen cualquier pregunta sobre su trabajo dentro de la organización. Un asistente digital inteligente emite las respuestas que conoce o remite las consultas a otras personas dentro la compañía. Asimismo, Zapiens integra un dashboard para evaluar los progresos de los empleados.
6.- Establecer indicadores de calidad y evaluarlos de forma periódica
Los datos como base para poder medir la eficacia del proceso de aprendizaje es otra de las claves que marcan la digitalización de la Formación Profesional. En este contexto, la consultora Overlap ha desarrollado una metodología propia para medir el impacto del aprendizaje en el net promoter score (NPS) de las organizaciones. Partiendo de un dataset individualizado, Overlap incorpora tecnologías analíticas y predictivas, para establecer finalmente el impacto de las diferentes variables sobre la satisfacción del usuario, ya sea éste un cliente o un empleado. En este caso, la plataforma permite asimismo configurar alertas y hacer seguimiento de resultados a través de un dashboard.
7.- Apoyar a los profesores con formación y recursos tecnológicos
La pandemia del COVID-19 supuso un gran esfuerzo tanto para los centros como para los educadores de nuestro país que vieron, como de la noche a la mañana, debían pasar a impartir la formación de forma presencial a forma telemática.
Así, el progreso tanto en implantación de infraestructuras y herramientas tecnológicas como en el desarrollo de habilidades digitales fue notable.
Sin embargo, ahora es necesario reforzar esa apuesta por la tecnología y hacerlo de forma planificada. Un reto en el que David San Benito, global partner manager de Cisco Networking Academy, apostó por un modelo de micro-credenciales apoyado en la colaboración público-privada: “Muchas empresas tienen contenido de calidad, que está disponible y que ayudaría a cubrir ese gap de especialización que demanda el mercado laboral”.
La iniciativa sin ánimo de lucro Cisco NetAcad ya ha formado en tecnologías digitales a 300.000 alumnos españoles desde el año 2000, y prevé sumar 100.000 más hasta mediados de 2023 con el impulso de ‘Digitaliza’, el programa de aceleración digital de Cisco para España.