La gestión económica de la nube en las AAPP

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En un reciente Desayuno Ejecutivo de ByTIC celebrada en Madrid en colaboración con ACKStorm y AWS, representantes de diversas administraciones públicas españolas se reunieron para debatir sobre los desafíos y oportunidades que presenta la adopción del cloud computing en el sector público, especialmente desde el punto de vista de la gestión económica y financiera.

En un mundo cada vez más digitalizado, la administración pública española se enfrenta al reto de modernizar sus sistemas informáticos y adoptar soluciones en la nube. Este proceso, que promete grandes beneficios en términos de eficiencia y flexibilidad, también conlleva importantes desafíos técnicos, económicos y culturales.

La promesa de la nube: eficiencia, flexibilidad e innovación

Carlos Canitrot, director de consultoría en Adjudicaciones TIC, abrió el debate destacando cómo la adopción de soluciones cloud está ganando terreno en el sector público español. «Cada día que pasa, un mayor número de administraciones públicas están adoptando más soluciones en la nube, con el objetivo de mejorar la eficiencia, la flexibilidad y la seguridad en la prestación de los servicios», señalaba. Según Canitrot, las ventajas de la nube van más allá del ahorro de costes, incluyendo también la escalabilidad y la capacidad de innovación constante.

Roger García Arribas, ejecutivo de ventas sénior en AWS para el sector público, respaldó esta visión compartiendo su experiencia con la Generalitat de Cataluña. «La nube en sí misma no es nada. Es un habilitador tecnológico que nos permite tener un cambio cultural en nuestras organizaciones, que nos permite darle la vuelta a lo que serían los departamentos de IT, que ya no son departamentos habilitadores, sino son departamentos de valor a negocio», destacaba. García Arribas ilustró este punto con un ejemplo concreto: «la última prueba de concepto que hicimos para la presidencia nos costó 500 dólares y tardamos una semana en hacerla. Esto era impensable antes».

Canitrot, además, explicaba que las administraciones públicas están adoptando diversas estrategias para optimizar el coste en la nube, alineándose con el principio de eficiencia en el uso de recursos públicos. Una de las principales medidas es la migración selectiva de aplicaciones a entornos cloud híbridos o multicloud, permitiendo aprovechar las capacidades de la nube pública para servicios escalables y de la privada para datos más sensibles. «Garantizar la optimización de costes en la nube requiere adoptar un conjunto de mejores prácticas que mejoren la gestión de los recursos con los objetivos operativos y presupuestarios que tienen los organismos públicos», afirma Canitrot.

El director de consultoría también mencionó la importancia de implementar una monitorización continua del uso de los recursos, ajustando las capacidades contratadas según la demanda efectiva. Este enfoque incluye la adopción de modelos de pago por uso, eliminando gastos por infraestructuras subutilizadas. Además, las administraciones públicas están revisando procedimientos de contratación y de adjudicación para fomentar la competencia entre proveedores y negociar mejores condiciones económicas. «Se prioriza también la formación interna para que los equipos técnicos puedan gestionar entornos cloud de manera más eficiente, maximizando el rendimiento y reduciendo costes», añadía Canitrot.

Este experto no dejó de lado los desafíos que enfrentan las administraciones públicas en la adopción de la nube. Uno de los principales es garantizar la seguridad y protección de los datos, dado que las administraciones públicas manejan información muy sensible. «Es esencial cumplir con las estrictas normativas de protección de datos y garantizar la soberanía digital, especialmente en entornos de nube pública o multicloud», señalaba. Otro desafío importante es la resistencia al cambio, ya que la migración a la nube requiere un cambio cultural y operativo significativo, lo que puede generar reticencias tanto en los equipos técnicos como en los decisores.

Finalmente, Canitrot destaca la complejidad de la interoperabilidad como otro obstáculo importante, ya que las administraciones públicas deben integrar sistemas heredados con soluciones cloud, garantizando la continuidad de los servicios. «La gestión de los costes no deja de ser un reto crítico. Aunque la nube promete eficiencia económica, una adopción descontrolada puede generar gastos inesperados si no se implementan herramientas de monitorización y gobernanza adecuadas», concluía Canitrot. La planificación estratégica y la capacitación son claves para superar estos desafíos y maximizar los beneficios de la nube en las administraciones públicas.

El desafío de la contratación y los costes variables

Así pues, la adopción de la nube por parte de los organismos públicos no está exenta de obstáculos. Uno de los más significativos es la adaptación de los modelos de contratación pública a la naturaleza variable de los costes en la nube. Jesús Sánchez de León, Jefe de programas de Innovación y Formación del profesorado en la Consejería de Educación de Madrid, explicó: «Cuando tienes que hacer un pliego, lo primero que te dicen es ‘¿y cuánto va a costar?’ y tú dices ‘¿y yo qué sé?’. Ese es el primer problema».

Jesús Sánchez de León, Jefe de programas de Innovación y Formación del profesorado en la Consejería de Educación de Madrid

Esta incertidumbre en los costes choca con los procedimientos tradicionales de contratación pública, como señaló Miguel Ángel Blanco, jefe de planificación informática en el Ministerio de Hacienda. «El modelo actual no siempre permite gestionar bien los costes variables. Es necesario diseñar contratos más adaptables que incluyan cláusulas para manejar picos inesperados en el consumo», sentenciaba.

Andrés Prado, director TIC en la Universidad de Castilla-La Mancha, ofreció una perspectiva más optimista basada en su experiencia. «El marco de contratación tiene capacidad de ser más flexible de lo que parece. Nosotros lo solucionamos a través de un acuerdo Marco. Ese tipo de herramientas flexibilizan y existen en la ley. Lo que ocurre es que hay que tratar de impulsarlas y adecuarlas a los entornos donde se necesitan», aseguraba.

La resistencia al cambio: un obstáculo cultural

Más allá de los desafíos técnicos y económicos, la migración a la nube implica un profundo cambio cultural dentro de las organizaciones. Prado destacó este aspecto al explicar que, «cuando empiezas un proyecto de cloud en una institución pública, tus propios compañeros, los propios perfiles técnicos, son los que se ven amenazados. A eso no estamos tan acostumbrados».

Esta resistencia al cambio no se limita al personal técnico. Sánchez de León añadía que esta oposición » no solo viene del personal técnico; también afecta a los decisores. Muchos aún prefieren infraestructuras tradicionales debido a su familiaridad con ellas».

García Arribas, desde su experiencia en el sector antes de unirse a AWS, compartió una anécdota reveladora. «Viví la experiencia de la UOC, donde yo estaba como jefe de servicio de mantenimiento y disponibilidad de toda la infraestructura. Nos peleábamos con los firewalls, con los balanceadores, con los servidores… Estábamos asustados con los ciberataques, levantando incidencias en fin de semana que tardábamos semanas en resolver». Esta experiencia ilustra vívidamente los problemas que la nube promete solucionar.

Roger García Arribas, ejecutivo de ventas sénior en AWS para el sector público

Un aspecto crucial en la adopción de la nube es la formación del personal y el cambio cultural necesario en las organizaciones. Sánchez de León destacó que «la resistencia al cambio es uno de los mayores obstáculos. No solo del personal técnico, sino también de los decisores». Esta resistencia puede ralentizar significativamente la adopción de nuevas tecnologías.

Para abordar este desafío, Prado confesó que «es un trabajo de años” y que este enfoque gradual permite a las organizaciones adaptarse y ver los beneficios de la nube de manera tangible.

García Arribas enfatizó la importancia de la formación continua. «Cuando vamos a la nube, uno de los cambios culturales es que los equipos son multidisciplinares y seguridad va desde el inicio». Esta integración de diferentes áreas desde el principio de los proyectos es fundamental para el éxito en la adopción de la nube.

Seguridad y soberanía de datos: preocupaciones clave

La seguridad de la información y la soberanía de los datos son preocupaciones fundamentales en la adopción de la nube, especialmente en el sector público. Luis Amper Calvo, jefe de ciberseguridad en Casa Real, enfatizaba que, desde el punto de vista de la institución a la que representa, “nos centramos más en el tema de la seguridad. En nuestro caso concreto, se tiende a no usar la nube para información sensible».

Luis Amper Calvo, jefe de ciberseguridad en Casa Real

Sin embargo, García Arribas argumentó que la nube puede mejorar significativamente la seguridad. «A nivel de seguridad, la nube nos permite que nuestros entornos entren, cuando ya estamos en nube, todas nuestras políticas de seguridad desde el diseño. Y eso es un cambio de paradigma». Además, compartió un caso de éxito en este ámbito. «En la Universidad Abierta de Cataluña, por primera vez han podido certificar un servicio completo, no solo la infraestructura, en el Esquema Nacional de Seguridad a nivel alto», sentenciaba.

El impacto económico: ¿ahorro real o gasto encubierto?

Uno de los argumentos más frecuentes a favor de la nube es su potencial para reducir costes. Sin embargo, la realidad es más compleja.

Prado compartió su experiencia, asegurando que «en el presupuesto de TI no ha repercutido, pero sí hemos generado ahorro a la institución cuando hemos apagado el CPD. Eso lo tengo muy claro, porque no solo es consumo eléctrico sino todo el soporte a la infraestructura».

En este punto, Guillermo Grotz, arquitecto cloud en ACKstorm, introdujo el concepto de FinOps como clave para maximizar el retorno económico. «Estamos alineados con un concepto que se llama FinOps, que va en línea con que cada centavo que uno invierta en esta nube tiene que estar multiplicado en un impacto, en este caso a los ciudadanos». Grotz enfatizó la importancia de herramientas como Cloud Checker para hacer un seguimiento detallado de los costes y optimizar el uso de recursos.

Guillermo Grotz, arquitecto cloud en ACKstorm

Casos de éxito: lecciones aprendidas

A pesar de los desafíos, varios participantes compartieron historias de éxito en la adopción de la nube. Prado relató cómo su universidad migró su campus virtual a Azure justo antes de la pandemia. «Pasamos en tres semanas de 750.000 usuarios a más de un millón sin interrupciones gracias al autoescalado», detallaba.

García Arribas, por su parte, compartió la experiencia de la Generalitat de Cataluña. «Hicimos pruebas de concepto para el negocio, para territorios, para presidencia. Necesitan hacer pruebas y saber si eso puede ser viable. La última que hicimos para la presidencia nos costó 500 dólares y tardamos una semana en hacerla».

Estrategias para una adopción exitosa

Los expertos coincidieron en que la adopción de la nube debe ser gradual y estratégica.

Andrés Prado describió su enfoque como «identificas un proyecto, una prueba de concepto. Si va bien, vamos a hacer otra. Vamos a ver los entornos de desarrollo. Si no se enteran los de aplicaciones y se los montamos en otro sitio, al apreciar mejor el entorno de desarrollo que el de producción, ahí vas cambiando».

Andrés Prado, director TIC en la Universidad de Castilla-La Mancha

García Arribas enfatizó la importancia de los acuerdos marco para flexibilizar la contratación. «En Aragón, el acuerdo marco se ha dividido en cinco lotes. Unos que centro experiencia, otros el canal de reselling y otros el centro de operación. Lo han licitado a cinco años. Esto les permite obtener una buena relación de coste porque han llegado a una línea base y han podido tener un buen coste, y por otro lado esa variabilidad que paguen solo aquello que necesitan».

Mirando al futuro

El debate dejó claro que el futuro de la administración pública pasa inevitablemente por una mayor adopción de soluciones cloud. Sin embargo, este camino no está exento de desafíos.

La necesidad de personal cualificado es uno de ellos. Como señaló Prado: «Estamos dando una vía de innovación solo exclusivamente a la parte técnica. Es verdad que hay gente que podemos hablar más rápidamente con el negocio porque podemos tener más capacidad de despliegue, pero yo sigo teniendo un equipo muy vinculado al entorno de sistemas que se está especializando en cloud y que me está haciendo más eficiente».

La soberanía de datos y la necesidad de nubes nacionales también surgieron como temas importantes. Algunos de los ponentes expresaban que lo ideal sería tener algunos entornos en nubes públicas nacionales de soberanía y lamentaban no tener este recurso disponible en la administración pública».

Miguel Ángel Blanco, jefe de planificación informática en el Ministerio de Hacienda

García Arribas añadió una perspectiva interesante sobre la evolución futura: «Estamos comenzando a plantear ciertos gobiernos proyectos con multiregión. Es decir, yo tengo todos mis entornos en una región, en Francia, en Aragón, en Irlanda, pero replico en otra región y así tengo, sigo teniendo soberanía, sigo cumpliendo GDPR, pero dispongo de mi entorno de recuperación fuera en otro territorio que no sea el mismo donde tengo el dato».

Uno de los aspectos más prometedores de la adopción de la nube es su potencial para impulsar la innovación en el sector público. Esta capacidad de experimentar rápidamente y a bajo costo permite a las administraciones públicas probar nuevas ideas y servicios de una manera que antes no era posible. Prado añadió: «No es tanto un ahorro, sino qué cosas estoy haciendo ahora que no podía hacer unos años».

El desafío de la interoperabilidad y la reversibilidad

Un tema que surgió repetidamente en el debate fue la preocupación por la interoperabilidad y la capacidad de revertir la migración a la nube si fuera necesario. Miguel Ángel Blanco considera que «hay que tener en cuenta la reversibilidad. ¿Cómo de robustas pueden ser sus soluciones?».

Para abordar esta preocupación, Prado compartió su estrategia en la UCLM. «Estamos cambiando todo el diseño precisamente para ir a entornos más estándares, contenedores que nos permitan no espero no ver yo una reversibilidad, pero sí que me preocupa mucho el vendor locking».

García Arribas argumentó que la nube puede, de hecho, mejorar la interoperabilidad. «Si subimos con arquitecturas abiertas o estándares como puede ser Kubernetes, la reversibilidad es un tema de horas, de moverlo de un sitio a otro, incluso moverlo de un sitio a mi regreso», subrayaba.

El impacto en la seguridad y la resiliencia

Contrariamente a algunas preocupaciones iniciales, muchos participantes argumentaron que la nube puede mejorar significativamente la seguridad y la resiliencia de los sistemas. García Arribas explicaba que «desplegar una base de datos en nube con alta disponibilidad es tan sencillo como hacer clic. Podemos aplicar las políticas de seguridad desde el diseño».

Mientras, Andrés Prado aseguraba que, aunque el tema de la seguridad no fue el principal a la hora de hacer la transición a la nube, el cloud computing fue una salvación cuando sufrieron un ciberataque. compartió una experiencia reveladora: «Nos dimos cuenta de que el proyecto que hicimos, que lo abordamos para otra cosa, fue lo que nos salvó. Tienes un primer ataque y resulta que en los entornos más resilientes son los que habías desplegado porque el ataque era un ransomware y donde no hay servidor no hay ransomware», detallaba.

El debate puso de manifiesto que la adopción de la nube en la administración pública española es un proceso complejo pero necesario. Los beneficios en términos de eficiencia, flexibilidad y capacidad de innovación son claros, pero también lo son los desafíos en términos de contratación, gestión de costes, seguridad y cambio cultural.

La clave para una adopción exitosa parece residir en un enfoque gradual y estratégico, que combine la flexibilidad de los nuevos modelos de contratación con una gestión rigurosa de los costes a través de prácticas como FinOps. Además, es fundamental abordar la resistencia al cambio mediante la formación y la comunicación efectiva de los beneficios de la nube.

Como concluyó Canitrot: «La planificación estratégica y la capacitación son claves para superar estos desafíos y maximizar los beneficios de la nube en las administraciones públicas». El camino hacia la nube puede ser complejo, pero promete transformar profundamente la forma en que la


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