«La IA no es solo un software, sino una herramienta que debe integrarse en los procesos administrativos con una visión estratégica»

Entrevistamos a Hugo Cortada, Director de Desarrollo de Negocios de Serimag. Se trata de la consultora tecnológica que lidera la implementación de inteligencia artificial en grandes compañías españolas desde hace más de 15 años y ahora también para el sector público.
Residente en Barcelona y graduado en Administración y Dirección de Empresas por ESADE Business School, Hugo Cortada es actualmente Director de Desarrollo de Negocio en Serimag, empresa líder en proyectos de IA en España. A través de este rol estratégico Hugo apoya a los máximos responsables de las áreas de operaciones y transformación digital de grandes empresas a mejorar procesos críticos de negocio a través de la automatización y la Inteligencia Artificial. Como ex-emprendedor Hugo siempre ha estado muy cerca del sector tecnológico y en esta entrevista comparte su visión sobre cómo el sector público está implementando la IA y cuáles son tanto sus beneficios como los retos y errores a los que deben hacer frente
¿Cuáles considera que son los principales errores que se están cometiendo actualmente en la implementación de la IA en el sector público?
Uno de los principales errores es abordar la inteligencia artificial como un proyecto tecnológico aislado y no como una transformación operativa. La IA no es solo un software, sino una herramienta que debe integrarse en los procesos administrativos con una visión estratégica. Además, en muchos casos se subestima la importancia de la calidad de los datos, lo que afecta la eficacia de los modelos. Otro error común es la falta de formación y sensibilización del personal, lo que genera resistencia al cambio y dificulta la adopción.
Según su experiencia, ¿qué obstáculos han encontrado las administraciones públicas al intentar integrar soluciones de IA en sus procesos?
Hemos identificado varios desafíos clave:
- Burocracia y regulaciones rígidas: Los procesos de adquisición e implementación suelen ser lentos y complejos.
- Desconfianza y falta de conocimiento: La IA es percibida con cierto escepticismo, y en ocasiones hay temor a la automatización.
- Integración con sistemas heredados: Muchas administraciones operan con softwares antiguos que no están preparados para trabajar con IA.
- Escasez de talento especializado: No siempre cuentan con perfiles internos capacitados para liderar estos proyectos.
¿Cómo evalúa la actual capacitación de los funcionarios públicos en el uso de tecnologías de IA? ¿Cree que es suficiente para abordar los desafíos que presenta esta tecnología?
En general, la capacitación aún es limitada. Si bien hay avances en la digitalización de algunos procesos, el conocimiento sobre IA sigue siendo bajo en comparación con el sector privado. Muchas veces, los funcionarios no reciben formación práctica sobre cómo la IA puede mejorar su trabajo, lo que ralentiza su adopción. Es crucial invertir en formación continua para que puedan aprovechar al máximo las soluciones disponibles.
¿Qué tipo de formación específica recomendaría para mejorar las competencias digitales de los empleados públicos en el ámbito de la IA?
Se necesitan programas formativos que combinen teoría y práctica, incluyendo:
- Fundamentos de IA: Conceptos clave, cómo funcionan los algoritmos y qué pueden (y no pueden) hacer.
- Casos de uso en la administración pública: Ejemplos concretos de aplicación tanto nacionales como ejemplos internacionales
- Manejo de herramientas: Capacitación en plataformas y soluciones IA-friendly.
- Ética y privacidad: Lineamientos para el uso responsable de la IA en procesos públicos.
- Cambio cultural y gestión del cambio: Cómo trabajar con IA sin miedo a la automatización.
¿Cómo se están abordando las preocupaciones éticas y de privacidad relacionadas con el uso de IA en el sector público?
El sector público está siendo especialmente cauto en cuanto a la seguridad de los datos, debido a que maneja grandes volúmenes de información altamente sensible. Es habitual que los proyectos se desarrollen en entornos on premise, garantizando un control absoluto sobre la infraestructura y minimizando riesgos asociados a la transferencia de datos. Además, las administraciones exigen estrictos estándares de seguridad a los proveedores que quieran colaborar con ellas, lo que implica cumplir con certificaciones reconocidas como ISO 27000, el Esquema Nacional de Seguridad (ENS) y el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
En nuestro tipo de proyectos, la objetividad es un pilar fundamental. No existen valoraciones subjetivas ni sesgos de ningún tipo, ya que los procesos se basan exclusivamente en criterios objetivos y en la automatización de reglas predefinidas. Nuestra tecnología garantiza la trazabilidad de las decisiones y permite auditorías detalladas, asegurando la transparencia y fiabilidad de cada operación. Además, implementamos medidas avanzadas de cifrado y control de accesos para proteger la información de cualquier posible vulnerabilidad.
En su opinión, ¿qué habilidades blandas son necesarias para que los funcionarios puedan adaptarse eficazmente a las nuevas tecnologías basadas en IA?
Más allá del conocimiento técnico, es fundamental que los funcionarios desarrollen:
- Mentalidad abierta al cambio: Disposición para adoptar nuevas herramientas.
- Pensamiento crítico: Capacidad para interpretar los resultados generados por IA.
- Colaboración: Trabajo en equipo con especialistas en tecnología.
- Adaptabilidad: Flexibilidad para ajustarse a nuevas metodologías.
¿Qué papel juega la colaboración entre diferentes administraciones y entidades privadas en la capacitación y adopción de IA en el sector público?
Es clave para acelerar la transformación digital. La colaboración público-privada permite compartir mejores prácticas, reducir costos de implementación y garantizar que las soluciones sean realmente útiles. En Serimag trabajamos junto a entidades gubernamentales para diseñar soluciones a medida, asegurando que la IA se adapte a sus necesidades reales.
Según su perspectiva, ¿cómo puede la IA mejorar la eficiencia y calidad de los servicios públicos, y qué ejemplos concretos ha visto que lo demuestren?
La IA puede automatizar tareas repetitivas, acelerar la resolución de trámites y mejorar la accesibilidad de los servicios. Por ejemplo, en procesos como la gestión de expedientes o la verificación documental, nuestra tecnología permite reducir tiempos de espera y mejorar la experiencia ciudadana. Un caso concreto es el uso de IA para validar documentación en procesos administrativos, reduciendo errores y tiempos de respuesta de semanas a días.
Finalmente, ¿qué pasos cree que deberían tomarse para asegurar una transición exitosa hacia un uso más amplio e integrado de la IA en las administraciones públicas?
Para garantizar una adopción efectiva, es fundamental: definir una estrategia clara, capacitar a los funcionarios, actualizar marcos regulatorios, impulsar proyectos piloto y finalmente fomentar la colaboración público-privada.