La inteligencia artificial se abre paso en la administración pública española

La implementación de la inteligencia artificial (IA) en las administraciones públicas españolas avanza a buen ritmo, aunque aún queda un largo camino por recorrer. Así se desprende del reciente encuentro organizado por ByTIC, la comunidad de innovación y tecnología en las administraciones públicas, en el que tres expertos del sector analizaron el estado actual, los retos y las oportunidades que presenta esta tecnología para mejorar los servicios públicos.
El encuentro contó con la participación de Lucía Quiroga, Asesora Técnica de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía; Concepción García, de Sistemas de Información de la Universidad Carlos III de Madrid; y Ángel Luis Sánchez, CTO del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS).
Los expertos coincidieron en que la IA se ha «democratizado» en los últimos años, tanto en el sector público como en el privado, gracias a la aparición de herramientas como ChatGPT. Sin embargo, también señalaron la necesidad de abordar su implementación de manera planificada y sistemática para aprovechar todo su potencial.
Concepción García destacó que «la administración pública se puede beneficiar de la inteligencia artificial y debe emplearla como cualquier otra tecnología para prestar servicios más personalizados, proactivos, con disponibilidad 24/7, mayor calidad y decisiones informadas». No obstante, también advirtió sobre la obligación de «salvaguardar los derechos de los ciudadanos», lo que implica cumplir con normativas específicas que pueden hacer más compleja su adopción.
Una de las principales preocupaciones expresadas durante el encuentro fue la falta de un plan de formación sistematizado para los empleados públicos en el uso de la IA. Lucía Quiroga señaló que «nos hemos puesto a usar ChatGPT, que me parece muy bien, pero no de una manera programada». La experta abogó por la necesidad de «un itinerario formativo» que vaya más allá de la parte tecnológica y ayude a los funcionarios a entender para qué y cómo utilizar la IA en su trabajo diario.
En el ámbito sanitario, Ángel Luis Sánchez compartió la experiencia del SERMAS en la implementación de proyectos de IA. «Estamos lanzando un montón de proyectos desde el punto de vista de Dirección General de salud digital, pero también desde nuestros hospitales y fundaciones», explicó. Entre las iniciativas mencionadas, destacó el uso de la IA para mejorar la eficiencia en la consulta médica, como un sistema que ayuda a los profesionales a identificar la información relevante en la historia clínica de los pacientes.
Sánchez subrayó que la IA es fundamental para mantener la sostenibilidad del sistema sanitario público ante el envejecimiento de la población. «Si no utilizamos sistemas de inteligencia artificial, va a ser muy difícil que el sistema sanitario público sea sostenible como ahora lo conocemos», afirmó. El experto también mencionó proyectos como el uso de asistentes virtuales para ayudar a los médicos de atención primaria a detectar enfermedades raras.
Tema de costes
Los panelistas abordaron los retos que plantea la implementación de la IA en la administración pública. Entre ellos, destacaron el coste de los proyectos y la necesidad de garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Ángel Luis Sánchez señaló que «estas tecnologías cuestan mucho dinero» y que es necesario encontrar un equilibrio entre el uso de soluciones en la nube y el desarrollo de capacidades propias.
Otro desafío mencionado fue la gestión de los riesgos asociados a la IA, como los posibles sesgos en los algoritmos y la protección de datos sensibles. Concepción García explicó que existen formas de mitigar estos riesgos, como el uso de «arquitecturas tipo RAG, que mejoran la devolución de la respuesta en base a utilizar solo y exclusivamente la información pública de la organización».
La implementación de la inteligencia artificial (IA) en las administraciones públicas españolas avanza a buen ritmo, aunque aún queda un largo camino por recorrer
La experta también hizo referencia al Reglamento de Inteligencia Artificial de la Unión Europea, que establece que «hay utilizaciones de la inteligencia artificial que son inadmisibles para la administración y para la Unión Europea, y otras que deben estar supervisadas y explicadas y auditadas».
Mucho potencial
A pesar de los retos, los participantes se mostraron optimistas sobre el potencial de la IA para mejorar los servicios públicos. Concepción García afirmó que «no hay dimensión en la administración donde no tenga un espacio la inteligencia artificial, desde la automatización de procesos hasta redes neuronales profundas y reconocimiento del lenguaje».
Entre los beneficios mencionados, se destacó la posibilidad de ofrecer servicios más accesibles y personalizados a los ciudadanos. García mencionó como ejemplo «tener una sede electrónica multidioma, multidispositivo, abierta 24/7, que responde al lenguaje natural». También se señaló el potencial de la IA para mejorar la interoperabilidad entre administraciones y reducir la carga burocrática para los ciudadanos.
Los expertos compartieron ejemplos concretos de aplicaciones de IA en diferentes ámbitos de la administración pública. Concepción García mencionó el uso de drones con reconocimiento de imágenes para revisar el estado del alcantarillado en el Ayuntamiento de Madrid, y un asistente basado en IA para agilizar la tramitación de expedientes de evaluación del impacto ambiental en la Junta de Castilla-La Mancha.
También se destacó la iniciativa del Ministerio de Agricultura y Pesca, que ofrece un servicio de diagnóstico y recomendaciones para optimizar las explotaciones agrícolas y ganaderas utilizando IA. Estos casos demuestran que la IA no solo beneficia a los funcionarios y ciudadanos, sino que también puede ayudar a las empresas a ser más eficientes y productivas.
Compartir es avanzar
Los panelistas coincidieron en la importancia de compartir experiencias y soluciones entre diferentes administraciones para evitar duplicar esfuerzos. Lucía Quiroga abogó por «ser generosos» y no crear «reinos de taifas dentro de los reinos de taifas». En este sentido, se mencionó el papel crucial que pueden desempeñar las diputaciones provinciales en el apoyo a los municipios más pequeños para la adopción de soluciones basadas en IA.
A pesar del entusiasmo por las posibilidades que ofrece la IA, los expertos coincidieron en que aún queda mucho camino por recorrer en su implementación en la administración pública española. Cuando se les pidió que evaluaran el estado actual de la IA en el sector público, las opiniones variaron entre el «insuficiente» y el «progresa adecuadamente».
Lucía Quiroga optó por calificar la situación como de «gran recorrido de mejora», mientras que Ángel Luis Sánchez consideró que «ahora mismo estamos suspensos», aunque matizó que «estamos en proceso de aprender». Por su parte, Concepción García prefirió describir el momento actual como una «fase exploratoria».
A pesar de estas evaluaciones cautelosas, los tres expertos se mostraron optimistas sobre el futuro de la IA en la administración pública. Coincidieron en que los próximos años serán cruciales para el desarrollo y la implementación de estas tecnologías, y que su impacto en la mejora de los servicios públicos será significativo.
Cuestión de talento
El encuentro también abordó la importancia de la gestión del conocimiento como base para una implementación exitosa de la IA. Lucía Quiroga destacó que «sigue siendo algo que no tenemos totalmente solucionado con o sin inteligencia artificial en las administraciones públicas». La experta enfatizó la necesidad de organizar y mapear el conocimiento crítico dentro de las organizaciones antes de embarcarse en proyectos de IA.
En este sentido, Quiroga advirtió sobre el riesgo de «empezar la casa por el tejado» y subrayó la importancia de tener un pensamiento crítico a la hora de decidir dónde y cómo aplicar la IA. «Vamos primero a ver qué conocimiento tenemos, quién tiene qué conocimiento, cuáles son las prioridades para aplicar inteligencia artificial», propuso.
Los participantes también discutieron sobre cómo hacer que los beneficios de la IA lleguen a todas las administraciones, incluidas las más pequeñas y con menos recursos. Concepción García destacó el papel de las diputaciones provinciales en este aspecto, mencionando ejemplos como el de la Diputación de Girona, que está desarrollando un servicio de asesoramiento basado en IA para los pequeños ayuntamientos en materia de intervención.
Además, se señaló que la democratización de la tecnología ha hecho que algunas soluciones de IA, como los chatbots, sean accesibles incluso para administraciones con presupuestos limitados. Esto permite que incluso los municipios más pequeños puedan mejorar su atención al ciudadano y ofrecer servicios más eficientes.
El debate también se centró en la necesidad de concienciar y formar a los empleados públicos sobre el uso ético y responsable de la IA. Los expertos coincidieron en que es fundamental desarrollar el criterio de los funcionarios para que puedan utilizar estas herramientas de manera efectiva y segura.
Concepción García comparó el proceso de adopción de la IA con la introducción de otras tecnologías en el pasado, como las calculadoras. «No es que nos vayamos a hacer tontitos por el hecho de utilizar ChatGPT y no generar nosotros conocimiento», afirmó, «las herramientas hay que saber utilizarlas, pero las herramientas nos ayudan».
En el ámbito sanitario, Ángel Luis Sánchez hizo hincapié en cómo la IA puede ayudar a los profesionales de la salud a manejar la creciente cantidad de información médica. Mencionó, por ejemplo, sistemas que pueden ayudar a los médicos a identificar la información más relevante en las historias clínicas de los pacientes, lo que puede mejorar significativamente la eficiencia de las consultas.
Privacidad y seguridad
Los expertos también abordaron la cuestión de la privacidad y la seguridad de los datos, especialmente en sectores sensibles como la sanidad. Sánchez destacó la importancia de manejar con cuidado los datos sanitarios y genómicos, que son especialmente delicados. En este sentido, se mencionó la necesidad de desarrollar protocolos y sistemas que garanticen la protección de la información personal de los ciudadanos.
Otro tema que surgió durante el debate fue la necesidad de una mayor colaboración entre diferentes administraciones y niveles de gobierno en la implementación de soluciones de IA. Los panelistas coincidieron en que compartir experiencias y recursos puede acelerar la adopción de estas tecnologías y evitar la duplicación de esfuerzos.
Lucía Quiroga enfatizó la importancia de la participación de los empleados públicos en el diseño e implementación de soluciones basadas en IA. «Muchas veces esas decisiones vienen de arriba a abajo. No se cuenta realmente con las personas que después van a tener que tener ese cara a cara con la ciudadanía o que van a tener que trabajar en esos procesos», lamentó.
Los expertos también discutieron sobre el papel de la IA en la mejora de la interoperabilidad entre diferentes administraciones. Se mencionaron proyectos que utilizan la IA para facilitar el intercambio de información entre organismos públicos, lo que puede reducir significativamente la carga burocrática para los ciudadanos.
Lo que está por venir
En cuanto al futuro, los panelistas coincidieron en que la IA tendrá un impacto cada vez mayor en la administración pública. Ángel Luis Sánchez predijo que «en los próximos 2-3 años veremos mucho más de lo que hay ahora», mientras que Concepción García se mostró «emocionada» por las posibilidades que ofrece esta tecnología para transformar los servicios públicos.
Sin embargo, los expertos también advirtieron sobre la necesidad de abordar la implementación de la IA de manera responsable y ética. Se hizo hincapié en la importancia de desarrollar marcos regulatorios adecuados y de garantizar que el uso de estas tecnologías no genere nuevas formas de discriminación o exclusión.
El encuentro concluyó con un llamado a la acción para que las administraciones públicas aborden la implementación de la IA de manera estratégica y planificada. Los expertos subrayaron la necesidad de invertir en formación, concienciar a los empleados públicos sobre las posibilidades de la IA, y trabajar en la gestión del conocimiento como base para una adopción exitosa de estas tecnologías.
En definitiva, el encuentro puso de manifiesto que la inteligencia artificial está llamada a desempeñar un papel fundamental en la modernización y mejora de los servicios públicos en España. Sin embargo, también quedó claro que este proceso requerirá un esfuerzo sostenido, una inversión significativa y una cuidadosa planificación para garantizar que los beneficios de la IA lleguen a todos los ciudadanos y niveles de la administración.
A medida que la administración pública española continúa explorando y adoptando soluciones basadas en IA, será crucial mantener un diálogo abierto entre expertos, funcionarios y ciudadanos para abordar los desafíos éticos, técnicos y organizativos que surjan en el camino. Solo así se podrá aprovechar plenamente el potencial de esta tecnología para crear una administración más eficiente, transparente y centrada en el ciudadano.