En su afán por identificar los retos que el Sector Público debe afrontar en su proceso de digitalización, la comunidad NovaGob publica un nuevo informe: “Misiones de la Administración Pública. Hacia una transformación radical con personas y valores”.
Tras, desde 2018, analizando los principales desafíos a los que la AA.PP. debe responder en su transformación y digitalización, las misiones son una novedad introducida por el programa de investigación e innovación Horizonte Europa para abordar algunos de los principales retos sociales de la Unión Europea en esta década, por parte de NovaGob.
Un análisis, a partir de las 50 aportaciones de innovadores e innovadoras del sector público, del que NovaGob ha identificado cinco grandes misiones en torno a la accesibilidad, la tecnología, la apertura y la integridad, la gestión y atracción del talento y, finalmente, el cambio cultural como misión transversal.
Abordar estas misiones supone avanzar hacia una transformación radical con personas y valores en las Administraciones públicas. “La idea de transformación evoca el cambio cultural (misión transversal), y tiene que ser radical (es decir, impulsada desde los esquemas de la innovación y junto a la revolución tecnológica), hacerse para y con las personas (creando valor público y social y cuidando el talento que albergan las organizaciones), y guiarse de los valores de la apertura y la integridad, la inclusión y la igualdad”, afirman desde NovaGob.
Una AA.PP. para todos
Asegurar una Administración Pública accesible para todas las personas es la primera de las misiones identificadas y uno de los desafíos que más se repiten al hablar de la transformación digital de los servicios públicos. Una misión que, desde la Fundación señalan, ha de acometerse a corto plazo y que se centra en el objetivo de simplificar y agilizar cualquier trámite tanto presencial como digital, así como avanzar en la proactividad por defecto.
Como explican, el objetivo es lograr una digitalización inclusiva, que no deje a nadie atrás, especialmente a las personas más vulnerables y de edad avanzada, con planes de alfabetización, uso de servicios TIC accesibles y recurso a herramientas como la lectura fácil y la comunicación clara, con el propósito de promover también la accesibilidad cognitiva de todos los colectivos. Cumplir esta misión se traducirá en una notable mejora de la relación entre Administración pública y ciudadanía.
Lograr una Administración pública adaptada a la revolución tecnológica
La innovación tecnológica es la base de la segunda misión que persigue una Administración Pública digital, adaptada a la revolución tecnológica y capaz de liderarla.
La tecnología que, en relación con otras misiones, afirman debe ser útil (aportar valor real), inclusiva (es decir, facilitadora de unos servicios públicos más accesibles para todas las personas), y aceleradora de los procesos de innovación pública. Lograr esta misión significa utilizar la tecnología y los datos, por ejemplo, para una gestión más eficiente y sostenible, tomar mejores decisiones y prestar servicios públicos más accesibles, ágiles y mejor orientados a las personas destinatarias.
Profundizar en una Administración pública más transparente, íntegra y colaborativa
Esta misión obedece a la necesidad de realizar una apuesta definitiva por las políticas de Gobierno Abierto y Buen Gobierno, con el objetivo de lograr instituciones más transparentes y que rindan cuentas, para prevenir la corrupción y mejorar el conocimiento que tiene la ciudadanía de la actividad pública, facilitando, a su vez, la participación y la colaboración público-social.
Avanzar en esta misión ayudará a reforzar la legitimidad de las decisiones públicas, con una gestión más eficaz y que despierte mayor confianza en la ciudadanía.
Configurar una Administración pública capaz de gestionar y atraer el talento
No solo atraer talento sino también identificarlo dentro de la AA.PP. y saber potenciarlo y retenerlo es una de las principales gestas a las que se enfrenta el Sector Público, como ya analizaba la directora general de NovaGob, Encarna Hernández.
Así, esta misión abarca la enorme tarea de modernización de la función pública, con la cuestión del relevo generacional de fondo, e implica demandas como el trabajo por objetivos, la dirección pública profesional o la necesidad de nuevos perfiles, pero, sobre todo, una nueva forma de entender la función pública en torno a la gestión del conocimiento y del talento y desde un enfoque más motivacional y colaborativo.
Es necesaria una nueva forma de entender la función pública en torno a la gestión del conocimiento y del talento y desde un enfoque más motivacional y colaborativo
Alcanzar esta misión se traducirá en una Administración más moderna y eficaz, con empleados y empleadas públicas mejor preparados y más felices, capaces de liderar el cambio.
Acelerar el cambio cultural para construir una Administración pública más innovadora
Esta es, de acuerdo con el informe, una misión transversal, pues el cambio cultural es un requisito para que el resto de misiones avancen y, al mismo tiempo, la consecución del resto de misiones propiciará cambios en las estructuras organizativas.
La idea del cambio cultural afecta a cómo las instituciones públicas se organizan y relacionan con su ecosistema y enfocan la prestación de políticas y de servicios públicos, y nos lleva a pensar en un proceso gradual, que debe iniciarse ya (allí donde no haya comenzado), pero cuya consecución será más a largo plazo. Este objetivo debe ir acompañado de la mirada hacia los ODS a la hora de evaluar los logros de cada una de las políticas públicas. De cumplir esta misión se derivará la justificación de la necesaria existencia de la propia Administración Pública como garante de derechos y una reivindicación de su papel fundamental en el bienestar y el desarrollo