Sin duda la tecnología está transformando todos los sectores de la sociedad y, cómo no, también el de la seguridad, un aspecto cada vez más crítico para empresas y organismos públicos.
No son pocas las iniciativas y debates en torno a cómo mejorar la seguridad y por ende la ciberseguridad de la AA.PP. en un momento especialmente relevante, marcado por la digitalización de los procesos y servicios que ofrece el Sector Público.
Pero, además, en un mundo global como es el actual, muchas de las grandes macrotendencias mundiales -que abarcan cuestiones geopolíticas, incertidumbre económica, preocupaciones medioambientales y derechos humanos- tienen implicaciones para todos los sectores tecnológicos, incluido el de la seguridad, afirman desde Axis Communications.
Y, precisamente, esas implicaciones hará que el sector de la seguridad en 2023 este marcado por seis tendencias tecnológicas clave que apunta la compañía.
La primera de ellas es una visión práctica, un cambio de la analítica a la acción que, de acuerdo con Axis, se convertirá en un mantra este año.
Y es que tras varios años en los que la IA y el aprendizaje automático o deep learning ha hecho que se preste más atención a las oportunidades que ofrecen los análisis avanzados, ahora es el momento de convertir esos análisis en la información práctica. “No se trata tanto de decirle que algo va mal como de ayudarle a decidir qué medidas tomar”, aseguran.
De la analítica a la acción
Como señalan desde Axis, un factor clave a la hora de emplear la analítica para ofrecer información práctica es el enorme aumento de datos que generan las cámaras de vigilancia, junto con otros sensores integrados en una solución.
“Los datos (y metadatos) que se crean serían imposibles de interpretar por operadores humanos y actuar en consecuencia con la suficiente rapidez, incluso con enormes y costosos aumentos de recursos. El uso de análisis puede impulsar acciones en tiempo real que favorezcan la seguridad y la eficacia operativa. Desde avisos para llamar a los servicios de emergencia en caso de incidentes hasta la redirección del tráfico en las ciudades para aliviar los atascos, pasando por la redistribución del personal en puntos de venta concurridos o el ahorro de energía en los edificios mediante una iluminación y calefacción más eficientes, la analítica está recomendando, incitando e incluso empezando a tomar las medidas que apoyan a los operadores humanos”, afirman.
Las arquitecturas híbridas definidas por casos de uso es la segunda tendencia señalada por Axis en el ámbito de la seguridad para 2023.
Según la compañía, actualmente se acepta comúnmente que una arquitectura tecnológica híbrida es la más adecuada para los sistemas de seguridad, ya que combina servidores locales, computación basada en la nube y potentes dispositivos periféricos. Pero, indican, no hay una arquitectura que se adapte a todos los escenarios.
Por eso, desde Axis, apunta que la solución pasa por primero evaluar lo que debe abordarse en su caso de uso específico y, a continuación, definir la solución híbrida que satisfaga sus necesidades.
Infraestructuras híbridas
Para ello, hay que tener en cuenta una serie de factores como que los datos generados por las cámaras de vigilancia son útiles más allá de la visión en tiempo real y el análisis de las tendencias a lo largo del tiempo puede aportar información que conduzca a una mayor eficiencia operativa. Un análisis que suele requerir la potencia de procesamiento de los servidores locales o de la nube.
También hay que tener en cuenta los requisitos -a menudo definidos por la normativa- en torno a la privacidad y el almacenamiento de datos, que varían de un país a otro y de una región a otra y que pueden marcar la diferencia entre el almacenamiento in situ y el uso de la nube.
Por todo ello, desde Axis, creen que lo esencial es no atarse a una única arquitectura. Mantente abierto, date la flexibilidad de crear la arquitectura híbrida que mejor se adapte a tus necesidades específicas.
La tercera tendencia en el ámbito de la seguridad es la aparición de subtendencias de ciberseguridad, un ámbito, como señalábamos cada día más crucial para los organismos públicos, independientemente de su tamaño.
La importancia de la ciberseguridad también se pone de relieve a través de la exigencia de cumplir las normas, explican desde la compañía. Por ejemplo, señalan, la propuesta de Ley de Ciberresiliencia de la Comisión Europea impondrá mayores exigencias a los productores de hardware y software de todos los sectores para garantizar la ciberseguridad de sus productos, a través de menos vulnerabilidades en el lanzamiento y una mejor gestión de la ciberseguridad a lo largo del ciclo de vida de los productos. El sector de la seguridad y la vigilancia estará, por supuesto, incluido.
La ciberseguridad, más allá de la tecnología
“La Ley demuestra tanto la importancia como la complejidad de la ciberseguridad. Ya no puede considerarse un solo tema, sino varios ámbitos interrelacionados. Algunos de ellos están bien establecidos, pero otros están surgiendo. En el sector de la videovigilancia, las medidas de ciberseguridad que garanticen la autenticidad y seguridad de los datos a medida que se capturan y transfieren de la cámara a la nube y al servidor serán esenciales para mantener la confianza en su valor”.
En ese sentido, desde Axis creen que veremos un enfoque más proactivo por parte de los proveedores de tecnología a la hora de identificar vulnerabilidades, con programas de «recompensas por fallos» que se convertirán en algo habitual para incentivar a las partes externas.
Y, en el lado de los clientes, estos esperarán transparencia en relación con la ciberseguridad de las soluciones de seguridad, con una lista de materiales de software que se convertirá en estándar para evaluar la seguridad del software y la gestión de riesgos.
Ir más allá de la seguridad es la cuarta tendencia. Como explican, las cámaras de vigilancia se han convertido en potentes sensores ya que la calidad de la información de vídeo que captan, en todas las condiciones, ha aumentado año tras año.
Datos y metadatos
“Hoy en día, gracias a los análisis avanzados, también crean metadatos -información sobre los datos de vídeo- que añaden otra capa de información y valor. Esto, por supuesto, mejora y potencia su capacidad para respaldar casos de uso relacionados con la seguridad y la eficiencia operativa, además de la seguridad. Ahora existe la oportunidad de combinar los datos creados por las cámaras de vigilancia con los de otros sensores (temperatura, ruido, calidad del aire y del agua, vibraciones, condiciones meteorológicas, etc.) para crear una red sensorial avanzada que permita tomar decisiones basadas en datos. Ya estamos viendo algunos usos de estas redes en entornos industriales a través de la supervisión de procesos y el apoyo al mantenimiento proactivo. Pero los casos de uso en los que podrían aplicarse estas redes sólo están limitados por nuestra imaginación, pero sin duda pueden ayudar a mejorar casi todos los aspectos de nuestras vidas, incluida nuestra seguridad”.
La sostenibilidad y el cambio climático son los protagonistas de la quinta tendencia que marcará el año. “Garantizar que las organizaciones sigan midiendo y mejorando las prácticas medioambientales, sociales y de gobernanza empresarial de sus negocios será esencial para respetar a las personas, ser un socio comercial de confianza, innovar de forma responsable y proteger nuestro planeta. Todos estos aspectos serán objeto de un escrutinio cada vez mayor por parte de los clientes de soluciones de seguridad y protección”, afirman desde Axis.
Pero y dadas las condiciones extremas del año pasado, desde la compañía señalan que se espera que en 2023 se preste más atención específicamente a la lucha contra el cambio climático.
Y en ese punto, señalan, si bien las organizaciones pueden hacer grandes esfuerzos para reducir las emisiones de sus propias operaciones, estos pueden verse socavados si sus cadenas de valor ascendentes y descendentes no están alineadas con los mismos objetivos.
“Para las empresas tecnológicas, sin embargo, el escrutinio de sus propias operaciones comerciales será sólo una cara de la moneda del cambio climático. También se espera que demuestren cómo sus productos y servicios apoyan los objetivos de sostenibilidad de sus propios clientes, creando eficiencias que también ayuden a esas organizaciones a reducir las emisiones”.
Regular la tecnología
La regulación marcará también 2023 en el sector tecnológico. Una regulación que, defienden desde Axis, debería centrarse siempre en la regulación de los casos de uso de la tecnología, no en la tecnología en sí, y siempre cumplirá la normativa local, regional e internacional.
Un panorama que, afirman puede ser complicado al tener que regular tecnologías como la IA, la ciberseguridad y la privacidad de los datos o cuestiones como “el freno a la influencia de las «grandes tecnológicas» o el establecimiento de la soberanía tecnológica, explican.
Para Axis las empresas tecnológicas del sector de la seguridad tendrán que adherirse cada vez más a normativas más estrictas y hacerlo con satisfacción, “ya que garantizar la transparencia empresarial y la práctica ética sigue siendo fundamental”.