Dentro de los proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica (PERTE) del Gobierno, la salud es una de sus grandes protagonistas. Así, uno de los Planes aprobados es el llamada de la salud de vanguardia, un proyecto clave para potenciar iniciativas de innovación que contribuyan a mejorar la prevención, diagnóstico, tratamiento o rehabilitación de los pacientes de forma personalizada.
Con una inversión del sector público y privado de 1.469 millones de euros en el periodo 2021 y 2023, este PERTE busca posicionar España como país líder en la innovación y desarrollo de terapias avanzadas orientadas a la curación de enfermedades como la diabetes, las enfermedades neurodegenerativas, o el ELA, entre otras.
Además, el Plan del Gobierno tiene como objetivos el impulso de la medicina personalizada de precisión, desarrollar un Sistema Nacional de Salud digital, con una base de datos integrada que permita la recogida, el tratamiento, el análisis y la explotación de los datos procedentes de las distintas fuentes para mejorar la prevención, el diagnóstico, el tratamiento, la rehabilitación y la investigación y, cómo no, potenciar la atención sanitaria primaria a través de la transformación digital, con la aplicación de tecnología avanzada para todas las actividades que impliquen relación con la ciudadanía y la gestión de los recursos en cualquier punto del país y en todos los ámbitos asistenciales, en condiciones de ciberseguridad.
Y es en esa transformación digital del sector sanitario donde la adecuada gestión de los datos se presenta como un gran desafío. Así, desde Omega CRM, señalan cinco retos que está abordando el ámbito de la salud en su digitalización y que podrían ser solucionados con una adecuada gestión de los datos que albergan.
Visión única del paciente
El primero de ellos es la falta de visión única del paciente; según la tecnológica, la gran cantidad de aplicaciones y sistemas informáticos diferentes utilizados por las organizaciones del sector sanitario limitan la capacidad de estas de obtener una visión única del paciente, ya que están diseñados para operar de forma independiente. Una disparidad que no solo encontramos entre los distintos centros médicos sino también entre las distintas comunidades autónomas. Esto hace muy difícil tener una visión única del paciente que podría solventarse con la creación de un sistema único y centralizado de información facilitaría el flujo de la misma entre distintas organizaciones y por ende, la experiencia del paciente.
Muy relacionado con este primer desafío, desde Omega CRM señalan el segundo reto: la imposibilidad de tener acceso a la información en tiempo real.
“Muchas organizaciones del sector sanitario no cuentan con un sistema informático actualizado con los datos del paciente, que muchas veces se ve obligado a explicar de forma repetida su situación, ralentizando así su diagnóstico y por tanto, su recuperación. Por ello resulta vital que las organizaciones apuesten por tecnologías que favorezcan el acceso inmediato a la información, lo que a su vez derivará en una mejor experiencia del paciente, que se sentirá realmente atendido, escuchado y cuidado en todo momento. La inversión estratégica en este tipo de tecnologías permitirá a las instituciones incluso anticiparse a las necesidades del cliente, pudiendo gestionar sus recursos de forma acorde y optimizando sus servicios”, afirman.
Información en tiempo real
La dispersión de los datos del paciente que comentábamos hace que muchas veces se pierda información, lo que ocasiona, según Omega CRM, pérdidas de más de 18 millones de euros al sector de la salud al año.
Así, apuntan como tercer reto, es esencial que las organizaciones del sector salud apuesten por la integración desde el primer momento de sus datos, sistemas y aplicaciones, para poder disponer de la información de forma rápida y accesible y no invertir tiempo y recursos en su posterior integración.
Algo que también contempla el PERTE sobre la salud propuesto por el Gobierno al proponer la creación de un Data Lake para el sector sanitario, en el que se puedan almacenar y compartir todos los datos del territorio nacional.
Garantizar la seguridad y confidencialidad de la información es el cuarto desafío que afronta el sector sanitario en su transformación digital.
Según Omega CRM, “la pandemia ha hecho que el número de canales de contacto entre la organización sanitaria y el paciente se haya incrementado durante los últimos dos años, lo que implica una mayor cantidad de datos que gestionar e integrar en los sistemas de las organizaciones del sector, al que hay que añadir el auge de la telemedicina que obliga a emplear conexiones digitales que transmiten datos de forma constante y cuyo volumen de negocio crecerá hasta superar los 180 millones de euros en 2025 según Vantage. Velar por mantener altos niveles de seguridad de estos datos es imprescindible para aumentar la confianza en este tipo de servicios e incrementar su democratización”.
En este sentido, es esencial contar con los protocolos de seguridad y confidencialidad más avanzados que permitan la confianza del paciente en el sector.
El valor de los datos
Por último, en su análisis, desde la compañía apuntan como quinto reto la falta de gobierno, visibilidad y monitorización de los servicios e integraciones desplegadas en la organización.
El cada vez mayor volumen de datos que las empresas y organismos del sector de la salud tienen que gestionar representa un desafío pero también un gran oportunidad de ofrecer un servicio diferencial. “La apuesta por la disponibilidad de datos puede transformar la manera en la que los distintos departamentos de un mismo hospital se comunican, siendo capaces de disponer de perfiles completos de pacientes, accediendo de forma intuitiva a las pruebas que se le han realizado al paciente, su historial médico y el tratamiento que se le ha pautado. En síntesis, el control de los datos de los pacientes, podría favorecer su pronta recuperación así como la optimización en la utilización de los recursos”, aseguran.