Inteligencia Artificial para legisladores
Sorprende que tras la irrupción meteórica de ChatGPT no aparezcan voces gubernamentales para dos cosas: la primera, tranquilizar a la opinión pública. La segunda, dar a conocer qué retos tienen por delante las AAPP en el uso de la inteligencia artificial y si es necesario establecer una legislación al respecto.
En cuanto a la primera de todas, debe ser que estamos en campaña electoral y es necesario ofrecer promesas a diestro y siniestro, aún cuando carezcan de sentido. Lo cierto es que nos encontramos ante un momento en el que la sociedad percibe que estamos delante de un gran cambio. Y lo que se percibe es que la inteligencia artificial es un riesgo para la Humanidad y, sobre todo, para el empleo. Estaría bien que alguno de los múltiples Gobiernos de nuestro país instruyera a la ciudadanía sobre las bondades de la IA y ya de paso, adelantarse a los tiempos y diseñar una oferta educativa acorde a los tiempos que están próximos a llegar. No es de recibo que en nuestro país siga imperando la educación a través de la memorización.
Uno de los objetivos de los gobernantes debería ser el de dar a conocer qué retos tienen por delante las AAPP en el uso de la inteligencia artificial y si es necesario establecer una legislación al respecto
En cuanto a la segunda, es cierto que la Inteligencia Artificial generativa genera riesgos. Los principales tienen que ver con derechos de autor, información falsa, obtención de fuentes, protección de los datos.
Es cierto que el Gobierno ha empezado a dar los primeros pasos, pero son muy pequeños. Mucho nos tememos que, teniendo en cuenta de que nos quedan por delante siete meses de campaña electoral, vamos a perder un tiempo precioso que lo dedicaremos a hablar de otras cosas menos importantes.