Experiencia real de ser una Smart city: retos y beneficios de estos proyectos

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La tecnología y el buen uso de los datos tiene mucho que decir en el futuro de las ciudades. Tanto que incluso las Naciones Unidas tienen una guía para hacer un uso más responsable y ético en el gobierno de las Smart city.

El gobierno de España, a través de Red.es, tiene también un Plan Nacional de Ciudades Inteligentes al que se pueden acoger, para distintas subvenciones y ayudas, diferentes organismos públicos. Pero, ¿cómo se llevan a la práctica estas actuaciones?  

Qué es una Smart city

Xavier Massa, Director de Sector Público en Cisco España, explica que para esta corporación, una smart city es aquella que transforma los espacios en comunidades inteligentes conectadas para que la tecnología sirva a las personas. “Se trata de un ente vivo.”, remarca, añadiendo que el futuro de las ciudades pasar por estar “conectado de forma segura, pero que también sea inclusivo y sostenible. Y esto requiere analizar los datos e integrar sistemas para mejorar el transporte, la educación, la atención sanitaria, el tráfico o la seguridad, e ir adaptando la tecnología en función de las necesidades”.

Según datos de Cisco, España aún puede sacar pecho del despliegue de este tipo de soluciones en las ciudades, pero no demasiado. “España es un país bastante avanzado en el modelo smart city. Sin embargo, el 30% del territorio español concentra al 90% de la población, por lo que una infraestructura digital segura, capaz de facilitar un estilo de vida ‘inteligente’ en las ciudades, es hoy más relevante que nunca”, especifica Massa.

Pero algunas administraciones públicas ya están implantando estas Smart cities, como en Valencia José Benedito Agramunt, Jefe de Servicio de Informática de la Diputación de Valencia, explica que hay una estrategia de ayuda a los ayuntamientos en la democratización del concepto de smart cities, “hasta hace muy poco reservado único y exclusivamente para las grandes ciudades. Teniendo en cuenta además que la provincia de Valencia tiene 235 ayuntamientos menores de 20.000 habitantes el público objetivo de esta estrategia es muy amplio”.

Después de muchos años de asistencia informática a los ayuntamientos en la gestión administrativa del mismo, desde la Diputación pretenden ayudarles en la “gestión de la ciudad”, dotando de inteligencia digital a los servicios municipales, mediante la instalación de una plataforma Smart de código abierto que se pone a disposición de todos los  ayuntamientos de la provincia en modo Cloud de forma gratuita y a la que cada entidad local puede acceder de forma totalmente individualizada en modo multientidad.

“Los ayuntamientos quieren ser propietarios de los datos generados por sus servicios y la Diputació de València quiere proporcionarles la tecnología para conseguirlo. La recolección de gran cantidad de datos permitirá analizarlos y compararlos en conjunto para facilitar y mejorar la toma de decisiones. Poder comparar la eficiencia de un mismo servicio entre todos los municipios de una misma provincia es un reto que hasta ahora no se ha conseguido y que permitirá replicar buenas prácticas, consiguiendo mejores servicios, mejorando coste, sostenibilidad y orientación al ciudadano”, detalla Benedito.

En este caso concreto, el desarrollo de esta plataforma consistió en la integración de diferentes módulos de código abierto para no depender de ningún proveedor. Casi en paralelo se inició la línea de ayudas a municipios, tanto a nivel de subvenciones económicas para la adquisición de dispositivos inteligentes y análisis de datos como a nivel de asesoramiento técnico y estratégico a través del convenio con AVAESEN para ayudarles con la elaboración de su estrategia de municipio inteligente.  Estas subvenciones comenzaron en 2018 con un importe de 250.000€ pero “debido a la gran demanda y acogida que han tenido, hemos conseguido ir subiendo el presupuesto hasta los 2.5 millones de euros de la convocatoria de 2023”, asegura el Jefe de Servicio de Informática de la Diputación de Valencia.

Además, este proyecto fue beneficiario a través de Red.es para ejecutar un ambicioso proyecto de Destinos Turísticos Inteligentes para desplegar en toda la provincia de Valencia una red LoRa provincial, así como sensórica medioambiental, de contaminación acústica, meteorológica y de detección de mobilidad de visitantes y ciudadanos. Además de se realizará una integración de otras fuentes de datos, se desplegará una app para visitantes y se realizará una analítica avanzada de todos los datos que se obtengan. Los datos que sean susceptibles de ello serán colgados en un portal de datos abiertos.

Desde la Diputación de Valencia detallan que el proyecto arrancó con una experiencia piloto con 5 ayuntamientos y, tras analizar la situación, se obtuvieron “unas cuantas lecciones aprendidas que nos ayudaron a definir nuestra estrategia”. Fue en 2017 cuando se inicia el despliegue de esta plataforma, que un año después comenzó a funcionar y a recoger datos de los primeros municipios.

Usos y beneficios

“Los ayuntamientos de la provincia han integrado en la plataforma todo tipo de verticales Smart (gestión residuos, eficiencia energética, riego, gestión parking, medioambiental, etc etc) ya que la plataforma permite la integración de sensórica de cualquier tipo de vertical. En lo que respecta al proyecto DTI de Red.es en 2018 resultamos beneficiarios. Este proyecto comenzó a ejecutarse en 2021 y se prevé que esté finalizado y operativo durante este año 2023”, detalla José Benedicto.

Pero, ¿cuáles serían los principales beneficios de desplegar un prpuecto de Smart cities? Para el Director de Sector Público en Cisco España, las soluciones de infraestructura digital seguras y escalables permiten “optimizar los servicios públicos, supervisando y gestionando los activos con eficiencia. Y esto supone múltiples beneficios en múltiples ámbitos de la ciudad tanto para las administraciones como para los ciudadanos, incluyendo:

•          Salvaguardar nuestras comunidades, potenciar la asistencia sanitaria y los servicios públicos esenciales.

•          Una infraestructura conectada para garantizar la continuidad de la educación en escuelas y universidades.

•          Conexión de carreteras y sistemas de tránsito para proteger a los usuarios y peatones.

•          Conectar y proteger los sistemas críticos de electricidad, gas, agua y gestión de residuos.

•          Ampliar la conectividad fiable y de alta velocidad de los sistemas ferroviarios y portuarios, la infraestructura para conectar cámaras e intersecciones, y la protección de infraestructuras críticas como los sistemas de agua”.

Ante esto, quisimos preguntar a Xavier Massa si hay algún caso de uso que sea más fácil de implantar. “Sí, las ciudades que ya han apostado por esta infraestructura digital conectada y unificada pueden integrar nuevos servicios inteligentes con mayor facilidad”, sentencia, poniendo como ejemplo a Barcelona, que cuenta con una “extensa infraestructura IoT multifacética edge-cloud que combina y recopila telemetría de una amplia gama de dispositivos y sistemas existentes” (como farolas, aparcamientos, tráfico, consumo de energía y sensores ambientales). Esto, según Massa, permite a la Ciudad Condal “ser una de las tres ciudades inteligentes europeas seleccionadas -junto a Helsinki y Tallin- para demostrar y validar la plataforma de ciber-seguridad IRIS, que pretende proteger las ciudades y comunidades de la UE. Cisco, junto con el consorcio, participa proporcionando las soluciones técnicas y la experiencia para este piloto en la red urbana de IoT del Ayuntamiento de Barcelona, junto con los CERTs, CSIRTs y las autoridades de ciber-seguridad nacionales”.

Para grandes y pequeños

Sin embargo, el caso de Barcelona no debe llevarnos a pensar que las Smart cities es algo que solo puede afectar a las grandes ciudades, sino que los municipios más pequeños también se pueden beneficiar de ella.

“Nos hicimos la siguiente pregunta ¿una smart city es solo para grandes ciudades? Nos dimos cuenta de que no es así, todos los municipios, incluidos los más pequeños tienen que resolver problemáticas relacionadas con la recogida de residuos, la gestión del ciclo integral del agua, el alumbrado, consumo energético de sus edificaciones, preocupación por las condiciones medioambientales de su territorio, etc. Todos quieren ser más eficientes en la gestión de sus recursos. Y para poder mejorar la eficiencia en un servicio el primer paso siempre es medir y analizar cómo se está prestando, para así poder tomar decisiones de mejor en base a datos”.

Cabe señalar que este programa afecta a la totalidad de los 266 municipios de la provincia de Valencia, aunque nuestro foco siempre son los ayuntamientos más pequeños. “Tenemos que tener en cuenta que en 2015 las smartcities podían considerarse una tecnología disruptiva solo al alcance de grandes ciudades, es por ello que necesitábamos tenerlas en nuestra estrategia para poder aprender juntos y ofrecer luego así estos conocimientos a nuestro verdadero objetivo, que son los ayuntamientos más pequeños. Es por esto que en nuestro caso no hemos hecho ninguna distinción ni por tamaño, ni ubicación, ni de ninguna otra clase”.

De hecho, el Jefe de Servicio de Informática de la Diputación de Valencia remarca que el problema que se encontraron cuando desarrollaron la estrategia de plataforma (2016-2017) es que “las plataformas de ciudad eran, por así decirlo, un “lujo asiático”, en el mercado prácticamente solo se podían encontrar soluciones propietarias con precios desorbitados que solo las grandes ciudades podían permitirse”. Por ello, la Diputación de Valencia decidió intentar “recortar esa brecha digital entre municipios con más recursos económicos/técnicos y municipios más modestos, para que todos pudieran competir en igualdad de condiciones a la hora de gestionar sus servicios” y se optó por tecnologías de código abierto. “En lugar de comprar un plataforma propietaria, decidimos investigar un poco más en el mercado y nos dimos cuenta de que al final una plataforma de ciudad no era más que un conjunto de módulos perfectamente integrados. La buena noticia es que todos esos módulos se encuentran en el mercado de código abierto, por lo que lo que licitamos no fue la compra de una plataforma, sino una integración de todos esos módulos. Por mencionar algunos de ellos, tenemos Sentilo, gestor de flujos NodeRed, bus de integración Apache Kafka, base de datos de datalake Cassandra, suite ELK, WSO2, traducción a estándar NGSI para compatibilidad FIWARE, etc.”, detalla.

El objetivo también era dedicar el mayor volumen de recursos económicos a los municipios y su formación técnica. “Para ellos tuvimos que optimizar la inversión en plataforma. Gracias a la profunda investigación de mercado que se realizó conseguimos reducir el coste de plataforma de los 3-4 millones de euros que se nos ofertaba en aquel momento a unos 50.000€, puesto que lo único que tuvo que hacer la empresa contratada fue integrar una serie de módulos gratuitos. El resto del dinero pudimos dedicarlo a subvencionar a los municipios para iniciar su propia estrategia smart, tanto a nivel económico (subvenciones) como a nivel técnico (sufragamos los costes de la elaboración de guía de ciudad)”, asegura.

Sin embargo, reconoce que, como toda plataforma (incluidas las propietarias) esta plataforma tiene un conste recurrente para hacer frente al mantenimiento correctivo y evolutivo. “Para buena parte de estos costes hemos solicitado una subvención europea que podría sufragar la práctica totalidad de la inversión en plataforma”, explica.

En cuanto a subvenciones destinadas a compra de dispositivos inteligentes y elaboración de guía de ciudad, desde la Diputación de Valencia llevan invertidos desde 2018 más de 9 millones de euros, a los que habría que sumar 5 millones de euros para el proyecto de Destinos Turísticos Inteligentes que provienen de fondos europeos. “En total llevamos invertidos desde 2015 alrededor de 15 millones de euros, de los cuales unos 6 provienen de fondos europeos”, detalla.

Por otro lado, Xaver Massa considera que las administraciones públicas que quieran desplegar un proyecto de Smart cities necesitan “un enfoque diferente” para abordar el creciente número de servicios, sistemas y dispositivos conectados y sus volúmenes de datos. “Tradicionalmente, las soluciones de conectividad se construyen como redes separadas y aisladas. Esto conlleva una duplicación de infraestructuras, esfuerzos y costes, prácticas de gestión ineficaces y menos garantías de seguridad y resiliencia. Las redes tradicionales también suelen gestionarse por dispositivo, lo que lleva tiempo, crea complejidades innecesarias y aumenta la exposición a costosos errores humanos”, explica. Mientras, asegura que en Cisco apuestan porque las ciudades desarrollen una red de comunicaciones única y segura para dar soporte a todas sus necesidades. Una red que sea más sencilla de desplegar, gestionar y proteger. “Es lo que proporcionamos con nuestra Infraestructura para Comunidades Conectadas (CCI), basada en la Arquitectura de Red Digital de Cisco (Cisco DNA) y en las capacidades de Intent-based Networking o redes predictivas. Este diseño de ciudad inteligente facilita la integración de los flujos de trabajo, los datos y los servicios compartidos en una única plataforma con el fin de aumentar la productividad administrativa, la excelencia operativa y la colaboración entre organismos urbanos”, asegura.

Retos a afrontar

Como todo proyecto innovador, apostar por las samrt citeis también supone afrontar algunos retos. Para el responsable de la Diputación de Valencia, el principal reto ha sido poder divulgar el concepto de ciudad inteligente entre los ayuntamientos de la provincia, principalmente aquellos más pequeños. “Conseguir que un municipio de menos de 1000 habitantes haga la idea smart suya es todo un desafío”, reconoce.

Sin embargo, se muestra confiado en que se ha logrado el objetivo, dado que dos terceras partes de los municipios de la provincia “ya están inyectando datos en nuestra plataforma, entre ellos una gran cantidad de municipios con población inferior a 1000 habitantes. Cuando se finalice el proyecto de Destinos Turísticos Inteligentes pasaremos a recibir datos del 100% de los municipios de la provincia”.

¿Cómo se ha superado este reto? “Para conseguir una mayor difusión del concepto de ciudades inteligentes, se han realizado multitud de reuniones y eventos divulgativos con ayuntamientos. Además, se ha establecido un convenio de colaboración con entidades sin ánimo de lucro como el Think Tank de Avaesen, a través de la cual más de 50 municipios ya han conseguido elaborar una guía con su propia estrategia de ciudad inteligente», detalla.

Para el el Director de Sector Público en Cisco España, hay que tener en cuenta que, en las smart cities, redes, sensores IoT y cámaras de vídeo actúan como un sistema nervioso para mejorar el transporte, la seguridad, el medio ambiente o la atención sanitaria. Sin embargo, según su experiencia muchas ciudades lanzan proyectos piloto o pruebas de concepto sin tener en cuenta la futura escalabilidad y los requisitos de seguridad, así como la necesidad de coexistir con otros servicios. “Esto conduce a múltiples soluciones independientes que, a su vez, aumentan la complejidad, los riesgos y el coste de gestión”, detalla.

Para resolverlos, “una correcta aproximación debe incluir la colaboración entre ciudades, organizaciones, universidades y un amplio ecosistema de partners, start-ups y desarrolladores. Y con una visión mucho más centrada en las personas. El programa Country Digital Acceleration de Cisco (denominado Digitaliza en España) ayuda a las ciudades a llevar a cabo esta aproximación de manera colaborativa. Ya se aplica en 48 países del mundo (incluido España) con más de 1.400 iniciativas finalizadas o en marcha para ayudar a países, ciudades y comunidades a operar de forma sostenible y satisfacer las necesidades de sus ciudadanos”.

Los beneficios, como vemos, merecen la pena. Según la experiencia de la Diputación de Valencia, en el ámbito de la administración, los ayuntamientos son capaces de gestionar mejor sus servicios. 2Son dueños de sus datos, por tanto los cambios de proveedor son mucho menos dramáticos y el conocimiento se queda en el ayuntamiento. Son capaces de tomar decisiones en base a los datos de los cuadros de mando que les ofrecemos y por tanto mejorar el servicio que perciben los ciudadanos.

También estamos ofreciendo un portal de datos abiertos que permite a los ciudadanos conocer cómo se está gestionando su ciudad”.

Por ello, el consejo que José Benedito Agramunt daría a otras administraciones es “eue pregunten mucho, que se unan a redes como la Red Española de Ciudades Inteligentes de la que nosotros somos coordinadores de uno de los grupos de trabajo. Es increíble el trabajo que se hace desde este tipo de organizaciones, el conocimiento acumulado en ellas es tremendo y puede ahorrarnos una cantidad ingente de trabajo y de dinero, puesto que los problemas que se nos plantean a nosotros es casi totalmente seguro que alguna otra administración de la red ya los ha sufrido y solucionado”.


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