El CDTI, ¿un impulso a la innovación tecnológica en España?

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Miguel Ángel López, director Técnico de Ayudas y Subvenciones I+D+i de Leyton

Para el tejido empresarial español – y, por tanto, para nuestra economía – invertir en I+D es un motor de crecimiento incuestionable. Consciente de la importancia que tiene la innovación, el Gobierno ha puesto en marcha multitud de ayudas dirigidas a fomentar la I+D+i, pero ¿es realmente efectiva esta estrategia para impulsar la innovación tecnológica en nuestro país?

Según los últimos datos del INE, en 2020, la inversión corporativa en actividades de I+D+i fue de 15.768 millones de euros, el equivalente al 1,41% del PIB. Si bien la evolución respecto a 2019 es positiva (1,25% del PIB), son unas cifras muy alejadas del fallido objetivo de la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación, cuya meta es alcanzar el 2,12% del PIB en 2027. Esto, claramente demuestra que todavía hay algunos aspectos que se deben seguir reforzando y mejorando. Pero primero centrémonos en el aspecto positivo.

Los beneficios de las líneas de financiación CDTI

Dentro de los Organismos Gestores de Ayudas a la I+D+i cabe destacar CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial. Las ayudas que ofrece, las cuales algunas funcionan como subvención y otras como un préstamo con tramos no reembolsables, están pensadas para fomentar la inversión de las empresas en actividades y proyectos de I+D+i. Esto les brinda la posibilidad de ofrecer productos y servicios tecnológicamente diferenciadores, lo que les permite mejorar su posicionamiento tanto nacional como internacional. Dentro de las más destacadas, podríamos hablar de cuatro (NEOTEC, PID, LID, y LIC A) dado que la mayoría de los proyectos e inversiones en I+D+i encajan en las mismas.

¿Cómo funcionan las ayudas del CDTI?

Las líneas de financiación gestionadas por CDTI deben solicitarse antes de iniciar la inversión o el proyecto. Una vez presentadas las solicitudes las empresas pueden iniciar la ejecución de los proyectos, estas solicitudes pasan por diferentes etapas de evaluación, donde CDTI puede reclamar información adicional. Tras esto, el CDTI emite una resolución provisional, que puede ser positiva o negativa.

Si es positiva, la empresa puede elegir entre aceptar o rechazar las condiciones ofrecidas y, por tanto, la ayuda. Esto es especialmente beneficioso, ya que, cualquier empresa puede solicitar varias ayudas y aceptar aquellas que finalmente sean compatibles o más rentables para la empresa. Una vez la ayuda haya sido aceptada, dependiendo de la convocatoria, puede solicitar un anticipo. Tras esto la empresa tendrá la obligación de finalizar la ejecución del proyecto y justificar el mismo ante CDTI en un plazo de tres meses tras la fecha fin de ejecución del proyecto. Posteriormente CDTI revisa la justificación y desembolsa la parte proporcional de la ayuda.

Apostar por reforzar las ayudas existentes para impulsar la innovación

El Gobierno ha puesto en marcha una importante campaña de ayudas para fomentar la I+D en España, sin embargo, la gestión no está siendo demasiado eficiente. Concretamente se han publicado nuevas ayudas con objetivos tecnológicos demasiado concretos a los que pocas empresas pueden optar (por su tipo de actividad o por el objetivo tecnológico de su proyecto o inversión). Además, como cada organismo tiene su propia plataforma, proceso de solicitud y justificación, se dificulta todavía más la tramitación de estas por parte de las empresas

Tras muchos años en el sector considero que los fondos deberían haberse destinado a reforzar o mejorar las características de las ayudas más genéricas que ya se venían publicando en España de forma recurrente y que las empresas conocen, como las líneas de financiación CDTI. Esta entidad, junto con algunos organismos autonómicos, es una de las que mejor gestionan los fondos, principalmente por su experiencia y volumen de expedientes a los que están acostumbrados. Además, como tienen frecuentemente nuevas convocatorias, y otras abiertas todo el año, facilita que las empresas estén bien informadas y puedan planificarse de cara a las solicitudes.

Por otro lado, si bien se han mejorado algunas de las características de las líneas de CDTI, es cierto que para fomentar la I+D+i se hubiera podido aprovechar mucho más los Fondos Europeos. Es decir, en vez de haber publicado una inmensa cantidad de nuevas ayudas, que ha ocasionado una importante desinformación que ha perjudicado a las PYMES, hubiera sido mejor sacar partido de lo que ya teníamos. 

En definitiva, la experiencia nos ha enseñado que el Gobierno tiene que centralizar las ayudas en el menor número de organismos posibles, limitar su número haciéndolas más genéricas y flexibles, así como crear condiciones excepcionales para los proyectos que se quieran fomentar. Solo así estos instrumentos serán capaces de financiar inversiones de todo tipo, dar un impulso real a la innovación y, además, reducir los costes de gestión e infraestructuras.


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