Montaña Merchán, coordinadora de Tecnologías Habilitadoras en el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital
“Debemos ir más allá de la transformación digital y crear un ecosistema de empresas innovadoras en aquellas tecnologías en las que podemos ser fuertes»
Aunque reconoce que el camino aún es largo y el trabajo por hacer mucho, Montaña Merchán, coordinadora de Tecnologías Habilitadoras en el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, asegura que España está haciendo los deberes en lo que a transformación digital se refiere. De hecho defiende que nuestro país tiene una de las legislaciones más completas y avanzadas en Administración digital. Eso sí, reconoce que todavía hay grandes metas por conquistar, entre ellas, capacitar a los empleados públicos en el entorno digital, ayudándole a usar creativamente la tecnología y, sobre todo, a hacerlo con seguridad.
Con ella hablamos de futuro, de los fondos europeos y de cómo la transformación de la Administración Pública tiene que tener una mirada estratégica a largo plazo, que siente las bases que permitan crear un ecosistema de innovación en el Sector Público.
-La transformación digital de la Administración Pública ya es un hecho además de una obligación. ¿Cuáles cree que son los principales retos que debe afrontar para que esta digitalización sea un éxito?
Llevamos ya más de una década impulsando la digitalización de la Administración Pública española. En materia de provisión de servicios públicos digitales, la Administración española está en el top 10 delÍndice de Economía y Sociedad Digital (DESI) de 2021, elaborado por la Comisión Europea. En los últimos años hemos avanzado no sólo la digitalización de los servicios al ciudadano, sino la transformación digital global de los procesos internos.
«Según el DESI de 2021, en materia de provisión de servicios públicos digitales, la Administración española está en el top 10»
Tenemos una de las legislaciones más completas y avanzadas en Administración digital. Y, como dices, tenemos retos para el futuro plasmados en los planes de Administración Digital. El primero sigue siendo facilitar las relaciones con los ciudadano usando las tecnologías pero tenemos nuevos desafíos como utilizar el volumen de datos que hay en la Administración para la personalización de los servicios, para desarrollar mejores políticas públicas y hacer una Administración digital multicanal, móvil y accesible para todos y, por destacar uno que estoy impulsado, tenemos el reto de no descapitalizar la Administración, lo que significa capacitar a los empleados públicos en el entorno digital, lo que no es solamente enseñar a utilizar la ofimática o la informática. Significa capacitarle para colaborar y trabajar en entornos digitales, relacionarse en red, ser autónomo para aprender, desenvolverse en un entorno digital, usar creativamente la tecnología, y sobre todo, saber cómo aplicar la seguridad en sus dispositivos y en sus datos y proteger el medio ambiente.
En resumen, tenemos el reto de responder a las expectativas de la ciudadanía para ofrecer servicios accesibles a todos.
La tecnología como base del cambio
-Cloud, hiperconvergencia, movilidad… ¿Cuáles son las tecnologías que marcan el futuro (o el presente) de las Administraciones Públicas?
Más que la tecnología, nuestro presente y nuestro futuro lo ha marcado la pandemia con la que hemos aprendido la importancia de la virtualidad, de la movilidad y del tratamiento de los datos, nos ha hecho descubrir una nueva movilidad con el teletrabajo y las reuniones virtuales y disminuido los desplazamientos y la contaminación. Pero también ha hecho que echásemos de menos tener datos, datos de calidad y capacidad de tratarlos así como la coordinación de las Administraciones, la co-creación, la capacidad de fabricación y hemos aprendido de la sociedad, cómo ha respondido volcándose a ayudar en lo que estaba en su mano.
Fundamentalmente, los cambios están siendo sociales y vienen apoyados por las tecnologías. Así que, en mi opinión, las tecnologías que marcarán el futuro son aquellas que están relacionadas con estos cambios: la virtualización y el uso de los datos. Por citar alguna: el cloud, la hiperautomatizando de los procesos, la inteligencia artificial, la realidad aumentada, la IoT, la impresión 3D y el blockchain. La potencia estará en la combinación de ellas.
-Usted es coordinadora de tecnologías habilitadoras. ¿Cómo tiene que ser una tecnología o una aproximación a ella para que realmente sea habilitadora y más en el seno de la Administración?
Las tecnologías habilitadoras o facilitadoras son aquellas que son inductoras de innovaciones en diferentes sectores y que podrían ser disruptivas. Son facilitadoras y combinables.
No creo que haya diferencia entre el sector público o el privado. Deben ser herramientas que faciliten el proceso de la transformación digital, capaces de impactar positivamente en ese proceso. Que hagan más simple los trámites y las relaciones con el ciudadano, con capacidad operativa para hacer más eficiente el mix tecnología-trabajador. Que permitan hacer más sencillos los procesos de los empleados públicos y, además, tecnologías que proporcionan importantes capacidades para trabajar en múltiples ámbitos.
El talento, un valor dentro de la AA.PP.
-Para esa transformación es básica la tecnología (habilitadora) pero también las habilidades digitales, la formación en tecnología de los propios empleados del Sector Público. ¿Hay suficiente talento digital en la AAPP? Y de no ser así ¿cómo cree que podría atraerlo la empresa pública?
Este es un tema complejo y no quisiera dar una respuesta simplista. Siempre que en la historia ha habido una revolución o una transformación económica, social y tecnológica han faltado profesionales con determinadas competencias y han sobrado otros. Así que ha habido que reinventar el ámbito laboral. Esta revolución no va a ser diferente.
Hay mucho talento en la Administración, hay capacidad, hay motivación, hay empleados que se autoforman. Hay que descubrir ese talento, gestionarlo y cuidarlo, generando un clima donde progrese.
Es verdad que faltan profesionales informáticos o científicos de datos, igual que en el sector privado, pero es necesario destacar que, también, los directivos tienen que ser capaces de aprovechar estas tecnologías.
Cuando en el mercado hay una alta demanda de profesionales técnicos es más difícil atraer el talento hacia la Administración y más por la ausencia de una carrera profesional para los técnicos y la visión de encorsetamiento que se tiene de la administración.
En mi opinión, además de equiparar los salarios, hay que dar una motivación permitiendo crear espacios de innovación y dinamización para atraer ese talento.
-Además de formar a la ciudadanía en habilidades digitales, otro de los objetivos es que los servicios públicos sean digitales y accesibles. Un reciente estudio de la compañía Salesforce señalaba que si bien el 54% de la población afirma haber utilizado algún tipo de servicio digital de la Administración Pública, sólo el 29% confirma sentir que los servicios públicos digitales son de calidad. ¿Qué está fallando o mejor, qué debería mejorarse?
En realidad, ese informe preguntaba específicamente por las áreas de salud, agencia tributaria y educación y hay que interpretarlo en estos contextos.
«El ciudadano no entendería que la Administración no protegiera sus derechos o sus datos personales»
Los servicios públicos tienen unos requisitos de seguridad jurídica más altos que los servicios de las empresas. A veces, estos requisitos de legalidad complican su uso, pero es imprescindible que esta seguridad sea proporcional al riesgo que supone el fallo.
El ciudadano no entendería que la Administración no protegiera sus derechos o sus datos personales, y así lo refleja un 66% de los encuestados en este mismo estudio.
Aun así hay margen de mejora. Por ejemplo, reduciendo la complejidad del lenguaje administrativo, simplificando formularios, personalizando los servicios, ofreciendo asistentes virtuales para los trámites.
Un punto importante en el que estamos trabajando es el desarrollo de un nuevo sistema de identificación que sea más simple, usable, seguro y más controlado por el ciudadano. Un modelo que realmente sea un sistema de identificación transfronterizo. Eso es en lo que estamos trabajando en el proyecto europeo EBSI y en el eIDAS 2.
Es una pregunta compleja pero… ¿Qué considera imprescindible para que la estrategia que, como país, tenemos en cuanto a transformación digital, sea un éxito?
Indudablemente tenemos la obligación de aprovechar los Fondos Europeos para hacer real la transformación digital de la Administración. Pero deberíamos pensar en ir más allá de la transformación digital y crear un ecosistema de empresas innovadoras en aquellas tecnologías en las que podemos ser fuertes. Apoyar creadores de algoritmos de Inteligencia Artificial, científicos de datos, crear un corpus de español como base para crear proyectos en español, apoyar la experiencia que tiene España en blockchain, apoyar el proyecto europeo EBSI en el que España es referente, etc.
Y también crear un ecosistema de innovación en la Administración Pública, a través del GovTechLab propuesto en la medida 25 de España Digital 2025.
-Por último, ¿cree que estamos haciendo los deberes como país?
Lo estamos haciendo bien en un alto porcentaje pero no al 100%. En el punto de transformación digital del sector público, personalmente, sería necesario un plan más holístico e integrador. Creo que hay muchas iniciativas inconexas que incrementan la probabilidad de la duplicación.
Tenemos el foco puesto en la ejecución del presupuesto más que en los resultados de ese gasto. Razón por la que se abordan grandes proyectos con un alto gasto sin asegurar ni la rentabilidad ni la sostenibilidad de los mismos.
«Tenemos el foco puesto en la ejecución del presupuesto más que en los resultados de ese gasto»
Ya que he citado el GovTechLab, su implementación debería servir para incorporar la innovación en el diseño de servicios. ¿Cómo? implementando mecanismos destinados a identificar retos sustanciales de la Administración. Conectar estos retos con el Plan para las Pymes y lanzarlos a un mercado de empresas innovadoras que proporcionen soluciones novedosas a estos desafíos. Y que finalmente se implemente la mejor solución.
Esto no se consigue en un año por lo que asegurar la continuidad del GovTechLab una vez se termine el periodo de los fondos es importante.