En ciberseguridad, el camino es Zero Trust
Llevamos unos días escuchando acerca del programa malicioso Pegasus debido al ataque que han sufrido los móviles del Presidente del Gobierno y de la Ministra de Defensa y, probablemente, algunos más. Con independencia de que el citado software sea considerado como el programa espía más potente del mundo y al margen de las derivadas políticas que este ataque puede suponer, todo esto pone en el punto de mira, entre otros asuntos, las inversiones en ciberseguridad por parte de las Administraciones Públicas para dar cobertura a los sistemas y dispositivos de los organismos públicos.
Durante 2021, el conjunto de las Administraciones Públicas invirtió en sistemas y servicios de ciberseguridad más de 102 millones euros que supusieron el 1,94% sobre el global de las inversiones TIC en 2021, casi 5.300 M€. Si hacemos el mismo ejercicio respecto de 2020, las inversiones en ciberseguridad alcanzaron los 76 millones de euros, cantidad que suponía el 2,81%, sobre los 2.701 millones de inversión TIUC total; es decir, aunque en valor absoluto las inversiones en ciberseguridad se han incrementado entorno al 36%, porcentualmente sobre las inversiones totales se ha disminuido alrededor del 31%.
Se debería corregir esta tendencia, avanzando por el camino de la ciberseguridad Zero Trust, sin olvidarnos de la importancia de este tipo de inversiones tan críticas para la seguridad de España.