Los retos de las AA.PP. ante la migración a la nube
La migración a la nube puede ofrecer muchos beneficios para los organismos públicos, como la reducción de costes o el aumento de la eficiencia, pero, desde la perspectiva del organismo público, es un proceso complejo que implica algunos desafíos como, en primer lugar, la complejidad de la migración, que puede suponer la reescritura de aplicaciones y la implementación de nuevos sistemas, especialmente si se trata de aplicaciones y sistemas propietarios, con los correspondientes costes y tiempos añadidos. En segundo lugar, la migración a la nube requiere habilidades y conocimientos específicos para la gestión y monitorización de la infraestructura, que significará invertir en formación y capacitación del personal para garantizar que puedan trabajar con la nueva infraestructura. A continuación, los requisitos normativos y de seguridad pueden añadir dolores de cabeza a todo lo anterior, dada la cantidad de datos sensibles y confidenciales que diariamente manejan las administraciones públicas, que deben asegurarse de cumplir los requisitos normativos y de seguridad al migrar a la nube; esto derivará en inversiones en seguridad, auditorías y evaluaciones para garantizar que se cumple la normativa y seguridad exigida. Por último, y no menos relevante que cualquiera de los desafíos anteriores, la dependencia de terceros de cara al control y flexibilidad de la infraestructura, que puede limitar las opciones del organismo en el futuro.
Aparte de sus ventajas, la migración a la nube implica algunos desafíos como la complejidad de la migración
Por todo ello, es fundamental definir una estrategia clara de migración a la nube en la que se definan tanto el proveedor como los recursos y los plazos, así como los requisitos específicos de la infraestructura de la nube que se van a necesitar. Esa estrategia clara unida a un enfoque planificado y a una inversión adecuada en capacidades y habilidades desembocará en el éxito de la migración a la nube.