Necesitamos innovar también en la forma de «comprar»
La tecnología no entiende de plazos o, al menos, no en ciberseguridad. La vertiginosa evolución de las amenazas, tanto en su volumen como sofisticación, hacen que sea necesario contar con la última tecnología, con la recién desarrollada herramienta que nos permita luchar contra los ciberdelincuentes o, al menos, hacerles frente.
Una urgencia que no cuadra con los procesos que rigen la compra de tecnología por parte de las Administraciones Públicas a día de hoy. No en vano, nos contaba el jurista Jaime Pintos en el evento de Ciberseguridad en Ayuntamientos Madrileños, organizado por la Comunidad de Madrid y ByTIC, la ley que regula los procedimientos de compra pública en nuestro país es de 2017 y desde entonces mucho ha llovido y de forma muy rápida.
Una ley que además regula exactamente igual la adquisición por parte de la AA.PP de una mesa que de un servidor y, claro, comprenderán ustedes que no, no es lo mismo.
Por todo ello, si de verdad no queremos que la Administración pierda el tren de la innovación que tan urgente y obligatoriamente tiene que coger, es necesario revisar los procesos de adquisición de tecnología por su parte.
Ya existen mecanismos como la llamada Compra Pública Innovadora que suponen un avance en este sentido. Pues bien, sigamos andando y avanzando. Es necesario un nuevo sistema para que el Sector Público pueda contar con la tecnología que necesita, un modelo más ágil además de responsable, sostenible y transparente. De lo contrario, me temo que la innovación pasará de largo en más de una ocasión para los organismos públicos y no podemos permitírnoslo.