Carmen Cabanillas, presidenta de la Asociación Profesional de Cuerpos Superiores TIC en las AA.PP.

“En la Administración hay talento TIC sin duda pero hace falta mucho más”

Poner en valor a los tecnólogos dentro de la Administración Pública y, con ello, lograr que estén presentes en las tomas de decisiones. Con ese objetivo se creaba en 1993 ASTIC, la Asociación Profesional de Cuerpos Superiores de Sistemas y Tecnologías de la Información de las Administraciones Públicas que hoy ya cuenta con más de 700 socios.

Charlamos con su presidenta, Carmen Cabanillas, sobre los desafíos que la digitalización de las AA.PP. abre para los propios funcionarios públicos. Un reto en el que la presidenta de ASTIC defiende el talento digital que ya existe dentro de la Administración aunque, reconoce, es necesario guiar y apoyar a los empleados de más edad para que no se queden atrás en esta transformación así como ser capaces de atraer también a los jóvenes a desarrollarse profesionalmente en el sector público.

¿Qué es exactamente ASTIC o, mejor aún, cuál es su objetivo?

La Asociación nace con un objetivo muy claro: poner en valor a los técnicos superiores en sistemas y TI y tratar de que se nos sitúe en el lugar donde se toman las decisiones estratégicas.

Generalmente, nos llegan ya proyectos que tenemos que desarrollar pero en los que no hemos podido participar desde el principio, proyectos ya maduros en los que realmente no podemos aportar tanto como deberíamos.

«La Asociación nace con el objetivo de poner en valor a los técnicos superiores en sistemas y TI y tratar de que se nos sitúe en el lugar donde se toman las decisiones estratégicas»

En definitiva, poner en valor nuestra labor y tratar de estar más arriba en la organización, que podamos estar presentes en la toma de decisiones de cualquier proyecto de TI, desde su concepción. Sobre todo para que realmente se aproveche el valor que ya tiene la Administración con los profesionales que conformamos esta área.

La transformación digital de la Administración es un hecho y una necesidad. Una de las medidas necesarias para que esa digitalización realmente sea exitosa es que los propios empleados públicos tengan las habilidades digitales necesarias. ¿Cómo cree que es actualmente el nivel de conocimiento en esas nuevas tecnologías por parte de los empleados públicos?

Yo creo que ahora tenemos una oportunidad muy importante; es una apuesta clara también a nivel europeo. Tenemos la brújula digital en la que uno de los aspectos clave es la competencia digital de toda la ciudadanía pero también, como señalas, de los empleado públicos.

Tenemos un plan de capacitación digital específicos para los empleados públicos, un marco de referencia en competencias digitales, el DigComp 2.2… Es decir, hemos dado los pasos necesarios para poder medir, definir en qué situación estamos y a partir de ahí poder actuar. Ahora mismo estamos inmersos en hacer esa medición, en analizar el punto de partida y así definir las acciones necesarias.

Ya hay definidos bastantes cursos en herramientas tecnológicas para los empleados públicos y además se está dando un cambio que yo creo muy necesario y es esa formación no esté tan orientada a una herramientas concreta sino que tenga una visión más integral.

En definitiva, estamos trabajando, tenemos las piezas y vamos caminando.

Siempre se achaca a esos propios empleados una cierta resistencia al cambio. ¿Cree que esto es así hoy todavía o ha cambiado tras la pandemia? Y si existe esa resistencia cultural aún… ¿qué podemos hacer para combatirla?

Sí, yo creo que se han dado pasos de gigante. Con la pandemia hemos avanzado lo que habría supuesto 5 años en condiciones normales. Nos dimos cuenta de la importancia de la tecnología para todo, para seguir trabajando pero también para comunicarnos, relacionarnos, entretenernos…

La tecnología, como empleados públicos, nos permitió seguir ofreciendo los servicios a los ciudadanos e, incluso, poner en marcha servicios nuevos. Y no fue fácil. De la noche a la mañana, nos tuvimos que ir a casa, a seguir trabajando, muchos a veces teniendo que poner, en un primer momento, sus propios equipos…

Como toda crisis, esto supuso también una oportunidad y esta logró concienciarnos a todos de la importancia de la tecnología, demostró que se podía seguir trabajando desde cualquier lugar, superó la resistencia de muchos.

Es verdad que esto es un cambio muy importante y aún hay mucho trabajo por hacer sobre todo para los empleados de más edad, que no habían tenido tal vez que tocar un ordenador nunca y ahora ven que sí lo necesitan. Lo importante es acompañarles en ese cambio, guiarles.

Ya no solo hablamos de formar al empleado público sino también de que la transformación va a requerir de talento digital dentro de la propia AAPP. ¿Existe ese talento dentro de los organismos públicos?

Por supuesto, hay talento y los números lo avalan. Según el DESI, España está en los primeros puestos en desarrollo de la Administración digital; en datos abiertos, también tenemos un nivel de madurez muy alto…

Así que talento sí hay dentro de la Administración. El problema es que somos pocos… Tenemos que subcontratar casi siempre a profesionales externos, que tampoco es algo que yo vea mal porque la empresa privada lo que es, sin duda, es un aliado para nosotros. Pero es verdad que necesitamos más empleados públicos especializados.

¿Y cómo podemos hacer más atractivo al sector público para atraer talento externo como sí hacen las empresas privadas? Se tiene la idea de que la Administración es un lugar profesional seguro pero no sé si algo gris..

Tienes razón. Por eso yo creo que lo primero que tenemos que hacer mejor es comunicar lo que hacemos dentro de la AA.PP. a nivel tecnológico, dar a conocer a la sociedad más y mejor los proyectos que desarrollamos, la capacidad de innovar que tenemos…

Por ejemplo, tenemos un plan de captación de talento de la Dirección General de Función Pública en el que participamos y que, entre otras cosas, hace charlas en las universidades para dar a conocer nuestro trabajo. Eso es esencial para poder acercarnos a los jóvenes y que así puedan valorar su entrada en la Administración.

También es cierto que el proceso para poder entrar a formar para de los organismos públicos, como empleado, es largo, es complejo… Se está trabajando en acortar algunos plazos, en hacer menos tediosa la incorporación de nuevos profesionales.

Y, en ese sentido, también es esencial que dentro de la Administración trabajemos por regular e incorporar el teletrabajo. Las y los jóvenes, cuando buscan un trabajo, una de las primeras preguntas que hacen si no es la primera es si van a poder realizar sus funciones en la modalidad de teletrabajo. En la Administración Pública el interés es coincidente. siendo la principal motivación para cambiar de puesto de trabajo el poder teletrabajar.

«Es esencial que dentro de la Administración trabajemos por regular e incorporar el teletrabajo»

Es necesario avanzar es esta demanda, tanto para adaptarnos a la nueva sociedad como para atraer talento, avanzar en la sostenibilidad y, por qué no, ofrecer también a los propios empleados públicos la opción del teletrabajo.

Creo que que, de hecho, hemos demostrado con creces nuestra capacidad de trabajo, de gestionar servicios y proyectos desde cualquier lugar, su eficacia y eficiencia y su vocación de servicio público inquebrantable, sin el que la Administración no podría funcionar.

Una demanda de la empresa privada es que la oferta educativa actual no responde del todo a la demanda de perfiles profesionales. Entiendo que eso también podría aplicarse a la AAPP. ¿Cree que debería ser mayor la colaboración empresa-Administración-Universidad?

Por supuesto porque es necesario alinear más los contenidos formativos a las demandas reales del mercado, ser más ágiles. Es algo en lo que tenemos que estar implicados como Administración; estrechar esa colaboración con la universidad y con las empresas para poder responder a la realidad actual del mercado.

Y, en ese sentido, incluso yo creo que debería potenciarse más la posibilidad de facilitar becas o prácticas en la Administración, a recién titulados. Algo que, por ejemplo, si se hace en el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que debería extenderse a otros organismos públicos. Es una fórmula perfecta para que nos conozcan mejor, vean cómo trabajamos, qué hacemos… Y sería muy útil.

¿Qué espera del Plan Nacional de Digitalización de las Administraciones Públicas 2021-2025? ¿Cuáles cree que son las principales estrategias que tienen que darse para que realmente la digitalización de la AA.PP. sea una realidad?

Yo creo que hay elementos clave, que sí están presentes en ese Plan, que son, por ejemplo, disminuir la brecha digital; ofrecer conectividad en todo el territorio, con una clara apuesta donde la banda ancha y la llegada del 5G, son esenciales; y avanzar en la economía del dato.

Esas tres líneas para mí son estratégicas. Hay tecnologías disruptoras que también hay que impulsar y la Administración Pública en ese sentido tiene que jugar un papel protagonista.

Por ejemplo, la Inteligencia Artificial o la automatización que, de hecho, ya nos están ayudando a realizar tareas más repetitivas dentro de los organismos públicos, por ejemplo.

Es un Plan ambicioso pero es cómo, en mi opinión, debe ser y más en un tema como este porque lo que nos jugamos como país.

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